A
veces la vida nos juega malas pasadas, y nos pone a prueba. Queda
entonces en la voluntad del hombre el luchar e imponerse a las
adversidades. Eso precisamente ha venido haciendo desde hace cinco
años el granmense Lorenzo Pérez, quien hoy henchido de orgullo
ostenta la condición de triple monarca Parapanamericano en los IV
Juegos de Guadalajara.
Un accidente cuando reparaba su casa en Niquero, Granma, le
provocó una lesión en la médula y lo privó de volver a caminar:
"Fue hace seis años, el peor momento de mi vida, una pared de
bloques me cayó encima mientras reparaba mi casa dañada por el
huracán Dennis. Tardé un año en salir de aquel shock, pero decidí
reinsertarme a la sociedad y vi en la natación el camino a seguir,
siempre me gustaron los deportes", sentenció sonriente el atleta.
Su performance en tierras tapatías no pudo ser mejor. Emergió
victorioso en los 400 metros libres en su debut internacional, con
crono de 5:40.47, y luego impuso par de primacías para América en
los 50 (31.44) y el hectómetro (1:09.42) para contribuir con la
mitad de los cetros logrados por la representación antillana de
cuatro nadadores que concluyó la modalidad en sexto lugar por países
con (6-3-1).
Estreno con tres medallas de oro y dos récords de América,
¿esperados?
Sinceramente sí, fue mi primera competencia internacional, pero
llegué muy bien preparado. Estas medallas son la materialización de
cinco años de esfuerzo. A ellas contribuyeron mi familia, el
entrenador Dayron Jorge —con quien inicié los entrenamientos en
playa Las Coloradas— y Ernesto Garrido, siempre supervisando mi
evolución y en estos últimos seis meses mi mentor en las piscinas de
San Nicolás de Bari, la escuela Marcelo Salado y el Complejo de
Piscinas Baraguá, escenarios en donde me adapté al cambio de agua
salada a dulce.
Así Lorenzo dejó atrás los topes en poder del brasileño Adriano
de Lima, quien poseía un 31.95 en los 50 desde el 15 de diciembre
del 2002 en Mar del Plata, mientras en los 100 ostentaba 1:10.46,
logrados en la propia sede.
¿Satisfecho entonces?
Realmente no, mi objetivo era batir los récords en las tres
distancias, pero los 400 metros los nadé con muy poco tiempo de
adaptación a la altura y eso me afectó. Todo lo contrario de los 50
y los 100, aunque te confieso que soy velocista, me siento mucho más
cómodo en esas distancias cortas. En Guadalajara siempre nadé en la
primera serie, me tocó entonces esperar por los tiempos de mis
rivales, aunque no sentí mucha presión pues sus registros de
inscripción eran inferiores a los míos.
¿Qué proyectas en tu futuro inmediato?
Un título en los Juegos Paralímpicos de Londres’12. Después de
las vacaciones será como comenzar de nuevo. El objetivo está
planteado, quiero mejorar todos mis registros, si lo consigo sé que
puedo aspirar a medallas, títulos y quien sabe si récords.
Para acariciar su quimera deberá nadar bien próximo o por debajo
del tope del chino Ping Xu (29.78 conseguidos en Beijing’08), y los
1:05.45 del sueco Anders Olsson en el hectómetro. Ojalá lo veamos
retornar de Londres con preseas colgando de su pecho.