Según datos reveladores de la crítica situación existente, de los
22 000 cascos previstos a recapar en el año, al cierre de noviembre
solo habían ejecutado 12 398, lo cual refleja que de los 3,2
millones de pesos que por sustitución de importaciones debe
aportarle al país, apenas ha materializado un millón 850 mil.
Al decir de su director, ingeniero Carlos Armando Cuza Loforte,
el problema radica en la falta de rigor y seriedad mostrada por un
grupo de empresas y organismos de Santiago de Cuba y Guantánamo, en
la entrega de los neumáticos previamente contratados.
En ese sentido, entre los responsables de los casi 7 mil cascos
que restan por recibirse en la planta, aparecen el Consejo de la
Administración Provincial, los ministerios del Transporte, la
Construcción y la Industria Alimentaria, así como los organismos más
endeudados, unidos puntualmente a Salud Pública, Camiones del
Oriente y Servicios Comunales.
"Los planes que poseen no fueron improvisados —señala Cuza—, cada
empresa fue visitada por nuestros técnicos para evaluar de conjunto
el estado de las gomas y acordar las cifras."
Como ha reiterado la dirección del país, los planes son sagrados,
y en este tema los directivos involucrados deben tener presente
también el cabal cumplimiento del Lineamiento 231, aprobado en el
Sexto Congreso del Partido, para la rehabilitación de las
recapadoras y el aprovechamiento de las capacidades instaladas en el
recape en frío.
Ninguno puede ignorar que se trata de ahorrarle al país un millón
de dólares por cada 6 700 cascos recapados, de ahí que resulte
inadmisible que lejos de rectificar oportunamente las
irregularidades presentadas en la elaboración de los contratos, se
pretenda utilizarlas para justificar el incumplimiento en la entrega
de neumáticos.
En mayor medida y por la falta de exigencia en las conciliaciones
requeridas entre la recapadora y sus clientes, se alega ya en las
postrimerías del año, que no pocas cifras se excedieron, quedaron
por debajo de las posibilidades o no se corresponden con los
reportes de una u otra parte.
Ejemplo de esas incongruencias son las alteraciones del plan
provocadas igualmente por decisiones como la de Transportes
Escolares, al enviar parte de los neumáticos a la recapadora de
Holguín y no actualizar el contrato, y el hábito de ómnibus
nacionales Astro de regrabar las gomas (reponer apenas la cubierta)
y aprovecharlas solo en 5 mil kilómetros más, mientras que recapadas
rinden 30 mil.
Al respecto, el ingeniero Mario Ruiz, jefe del Departamento
Comercial de la recapadora, argumentó la necesidad de elevar el
cuidado de las gomas, partiendo de que esas mismas empleadas por
Astro cuestan al país alrededor de 300 dólares cada una, y para
extender su utilidad con el recape no se exceden los 265 pesos en
moneda nacional.
En sentido general, el especialista significó que ante los
reiterados incumplimientos en la entrega de cascos, se han iniciado
reclamaciones comerciales contra entidades del Ministerio de
Transporte, la industria alimentaria, la empresa de transportación a
granel, la unión de camiones y transportes escolares.
Así, quizás podrá palearse en parte el deterioro de los
indicadores económicos y la afectación de los trabajadores de la
recapadora, pero junto a ello urge a las instancias
correspondientes, la adopción de las medidas que contribuyan a
elevar el sentido común en la protección de los recursos del Estado
y solidificar el respeto a los contratos y su buena hechura.