El
vicepresidente sirio, Farouq al-Sharaa, se encuentra hoy en Moscú
para analizar perspectivas de un arreglo pacífico a la crisis en su
país, y coordinar posiciones con Rusia, que presentó una resolución
en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En una intensificación de las gestiones diplomáticas en torno a
Siria, el primer ministro iraquí, Nuri Al-Maliki, anunció una
iniciativa, al margen de la Liga Árabe (LA) que tiene previsto
reunirse el sábado, y dijo que prepara una delegación que viajará lo
antes posible a Damasco para discutirla con sus autoridades.
En Moscú, al-Sharaa se entrevistará con el canciller Sergei
Lavrov y otros dirigentes políticos, informó hoy aquí la agencia de
noticias Cham Press.
A través de Lavrov, el gobierno ruso ha insistido reiteradamente
en su oposición a las sanciones contra Siria, porque a su juicio
rara vez esta política hostil da resultado, y ha repetido el rechazo
a cualquier tipo de intervención militar.
Al mismo tiempo, las autoridades rusas han exhortado a Damasco a
acatar lo estipulado en el acuerdo árabe y a aceptar los inspectores
internacionales, y mantenido contactos con la oposición siria.
Cuatro delegaciones de diversos grupos opositores han visitado
Moscú, y una quinta lo hará próximamente.
Rusia propuso el jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU un
borrador de resolución que llama a la solución pacífica de la
crisis, e insta a "detener inmediatamente la violencia
independientemente de donde venga".
Según el canal catarí Al-Jazeera, de abierta injerencia anti-siria,
el representante ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, le dijo que Rusia
estima ha existido un "exceso considerable" por algunas fuerzas
sirias al enfrentar las protestas.
Sin embargo, afirmó que elementos extremistas han explotado las
protestas y usado a manifestantes como escudos humanos para atacar a
la policía y a las fuerzas de seguridad.
"Creemos que no son las autoridades, sino también fuerzas
opositoras extremistas las que están causando gran daño y matando al
pueblo, y esto está reflejado en nuestro borrador", expresó Churkin
según Al-Jazeera.
"Nuestro propósito es plantear una fuerte declaración a favor de
que se ponga fin a la violencia, se respeten los derechos humanos,
se impulsen las reformas, incluida la constitucional, y alentar a la
Liga Árabe a que juegue un papel constructivo, positivo y pacífico",
acentuó el embajador ruso.
Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, los otros tres miembros
con poder de veto en el Consejo de Seguridad, estimaron la propuesta
un buen paso de Moscú, pero manifestaron su interés por endurecerla
a fin de que la condena solo recaiga sobre el gobierno del
presidente Bashar al-Assad.
A todas luces, pretenden proteger a los grupos extremistas que
generan la violencia terrorista, y a quienes han armado y
financiado, según nuevas revelaciones, incluso con el uso de
mercenarios libios y de la jihad salafista y de elementos violentos
de la Hermandad Musulamana de la región.
Esos tres países expresaron también que la proposición rusa se
queda corta porque no incluye más sanciones y ni otras represalias
como un embargo de armas contra Damasco.
La secretaria de estado norteamericana, Hillary Clinton, dijo que
discutirá con Moscú para acordar una resolución más incisiva contra
el gobierno sirio.
Por otro lado, el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, dijo
que la iniciativa de su gobierno pretende crear las bases para abrir
un diálogo entre las autoridades sirias y la oposición que resulte
satisfactoria para ambas partes, y con ese propósito viajará a
Damasco una delegación para analizar la propuesta.
Irak ha expresado su rechazo a la aplicación de sanciones por la
Liga Árabe, y su canciller, Hoshiar Zibari, manifestó la intención
de su gobierno de analizar con el liderazgo sirio la implementación
del llamado Plan de Trabajo Árabe.
Según su jefatura, la LA tenía previsto reunirse el sábado en
Doha, Catar, para discutir una vez más el caso sirio, pero en esta
intensificación de gestiones diplomáticas no ha confirmado la cita,
ni tampoco dónde finalmente.
Mientras, en Damasco la Cancillería informó, en nota muy inusual
en estos casos, de la expulsión por engaño, fraude, artimañas,
corrupción y explotar su posición como diplomático a su ex embajador
en Suecia Bassam al-Imadi, quien, de paso, aceptó ponerse al frente
un grupo opositor recién creado en Francia.
La nota indica que la Cancillería comenzó la investigación sobre
al-Imadi en 2008 y en septiembre de ese año lo convocó a Damasco
para finalizar la pesquisa y juzgarlo, y que propuso su separación
en marzo de 2010, antes de iniciara la crisis.
Al-Imadi es el primer exfuncionario público del gobierno sirio
que se suma a la campaña anti-siria desde que estalló la crisis el
pasado marzo, y, por demás, se coloca a la cabeza de una agrupación
opositora cuyos organizadores en Francia han llamado Alianza
Nacional de Fuerzas Coordinadora y Consejo de la Revolución Siria
(Al Leega, en idioma francés), informó PL.