El embajador ruso en Serbia, Alexander Konuzin, entregó este
viernes la ayuda humanitaria destinada a los serbo-kosovares que
permaneció tres días bloqueada por la Misión Especial de la Unión
Europea (Eulex) en el límite administrativo de Jarinje.
El convoy llegó al punto final ( ) Por desgracia en el asunto se
inmiscuyó la política. Pese a esto, la operación transcurrió con
acierto, declaró el diplomático a periodistas, reporta Prensa
Latina.
La Cruz Roja local recibió el lote, con casi 300 toneladas de
alimentos, mantas, plantas eléctricas y ropas, para distribuirla a
los necesitados.
Líderes serbo-kosovares agradecieron el apoyo de Moscú e
indicaron que el donativo será, en especial, para miles de
desplazados dentro del territorio, dominado por sectores albano-kosovares
desde que Prístina declaró su independencia unilateral de Serbia en
2008.
El convoy cruzó Jarinje a las 07:00 hora local acompañado de tres
patrullas de Eulex, en cumplimiento de un acuerdo alcanzado el
miércoles anterior entre el presidente ruso, Dmitri Medvedev, y la
Unión Europea.
La carga llegó el pasado día 13 a la frontera administrativa,
pero tras dejar pasar dos vehículos la policía del bloque
comunitario impidió el paso al resto y exigió que entrara al
territorio custodiado por soldados de Kosovo, lo que provocó la
negativa de Rusia.
Moscú entregó este viernes otro lote con 165,5 toneladas de
artículos de primera necesidad a la Cruz Roja serbia, la cual lo
trasladará al norte de Kosovo.
El envío de esas donaciones forma parte del compromiso de apoyo
asumido por Rusia en noviembre último con miles de serbios que
solicitaron ciudadanía por razones de discriminación e inseguridad
en Kosovo, de mayoría albanesa, aunque residen otros grupos étnicos
de la extinta Yugoslavia, y gitanos.