Con todos estos tropiezos, el cierre en los Juegos Panamericanos
de Guadalajara con una medalla de plata y dos de bronce por
intermedio del propio Guerra-Jeinkler Aguirre en la plataforma
sincronizada, Yaima Mena-Annia Rivera en esa misma modalidad, y
Jorge Luis Pupo-René Raúl Hernández desde los tres metros, puede
catalogarse de satisfactorio, pero eso ya es página vuelta, ahora
todos los esfuerzos estarán dirigidos hacia la clasificación
olímpica. ¿Qué se necesita para clasificar a Londres’12?
Primero, recuperar el terreno perdido para buscar total dominio
del programa de saltos, fundamentalmente en materia de
sincronización. Eso, unido a la experiencia y clase de Guerra y la
calidad de Jeinkler, pueden ser sus argumentos para colarse entre
las cuatro duplas que sacarán su boleto del tanque en la edición 18
de las Copas del Mundo, con asiento en la capital británica entre el
20 y el 26 de febrero del próximo año. Los antillanos, octavos del
ranking mundial en la actualidad con promedio de 35 puntos en sus
tres mejores competencias, tienen todos los argumentos para obtener
su pasaporte, pues los duetos de China (Bo Qiu-Liang Huo), Alemania
(Sascha Klein-Patrick Haudsing) y Ucrania (Oleksandr Gorshkovozov-Oleksandr
Bondar) están clasificados por su condición de medallistas
mundiales, en tanto los mexicanos Iván García-Germán Sánchez
accedieron por su condición de monarcas continentales.
Del resto, y en dura porfía con los nuestros, estarán las parejas
de Rusia, Inglaterra, Estados Unidos y Bielorrusia, y un poco más
distantes de ese nivel bien parejo Canadá e Italia. En las otras
modalidades sincronizadas, la realidad de incluirse entre los ocho
binomios que concursarán bajo los cinco aros se torna harto difícil:
la dupla de plataforma femenina no aparece entre las 15 primeras del
ranking, mientras el sincro masculino de trampolín está anclado en
el puesto 17 de dicho escalafón.
Individualmente, salvo Guerra y Aguirre, los ornamentalistas de
casa distan de la elite del orbe.
Un gran reto tienen planteado, poco más de ocho semanas restan
para conocer el veredicto. De ahora en adelante, a optimizar cada
sesión de entrenamiento, pulir todos los elementos técnicos y de
sincronización, y buscar conjugarlos lo mejor posible a la hora
cero.