Ignacio Ramonet

No se pueden cambiar las cosas sin pasar por la política

MICHEL HERNÁNDEZ
michelher@granma.cip.cu

 Foto: Yander ZamoraCambios significativos han ocurrido en el escenario sociopolítico internacional tras la última visita a la Isla de Ignacio Ramonet, hace ya seis años. Cambios que este importante ensayista, periodista y escritor francés de origen español ha venido analizando con una impresionante lucidez en sus habituales artículos, conferencias y debates, y que centraron la charla que ofreció recientemente en el Pabellón Cuba, en una de las jornadas del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

El autor de Propagandas silenciosas y Cien horas con Fidel colocó bajo la lupa distintos temas de resonancia internacional que han ocupado su atención en los últimos tiempos, como los seísmos climáticos, financieros, tecnológicos, comunicacionales y políticos. Habló, además, de la ética en el quehacer periodístico, de la importancia de hacer pública una información veraz en los medios de difusión, de la repercusión de Wikileaks, y del alcance de las nuevas tecnologías en el orden global, entre otros temas.

Impulsor del Foro Social de Porto Alegre, Ramonet no se anda por las ramas. Lo suyo es ir de frente como un boxeador de primera división. De ahí que desde el mismo inicio, cuando comenzó a departir sobre los peligros que encierra el cambio climático, haya lanzado con la fuerza de un derechazo al estómago uno de esos "golpes" que definen completamente su estirpe intelectual. "No hay que cambiar el clima hay que cambiar el sistema", afirmó con convicción para marcar el camino a seguir de su conversatorio.

El regreso a Cuba de Ramonet coincidió con la celebración de la cumbre fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), un acontecimiento que, como era de esperar, no pasó por alto. Para el articulista del diario Le Monde Diplomatique, cuya edición en francés dirigió entre 1990 y 2008, la CELAC confirma especialmente "la capacidad de integración entre los países latinoamericanos y es testimonio de lo que está cambiando en el mundo."

"Un acontecimiento como ese era impensable hace unos años cuando en la cumbre de Mar del Plata, en Argentina, George Bush, presentó el ALCA como proyecto para América Latina. Pero ahora indica que no estamos en resistencia contra el ALCA, sino que estamos creciendo en la integración latinoamericana", comentó el analista nacido en Pontevedra, España, en 1943.

Mencionó también los conflictos que han llevado a la economía estadounidense a la primera línea de la crisis internacional. "Los Estados Unidos en los últimos diez años han hecho tres guerras que le han costado mucho y la más cara ha sido la llamada guerra contra el terrorismo internacional", dijo el autor de La explosión del periodismo.

Caía por su propio peso entonces que el investigador franco-español girara el péndulo de su intervención hacia el creciente movimiento de los indignados. "La llamada Primavera árabe se interpretó en Europa como el signo de que era posible protestar, que luchar era posible. Pero hay que ser prudente porque el de los indignados es un movimiento que "no posee programa ni líderes ni se propone alcanzar por el momento el poder, sino que tiene la consigna de que la política, tal y como se está haciendo, no funciona".

Y agregó: "Desde ese punto de vista es un programa corto porque se puede criticar la manera de hacer política, pero no se pueden cambiar las cosas sin pasar por la política".

 

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