El Servicio Nacional de Salud (NHS) en Reino Unido podría
enfrentar una amplia reorganización como consecuencia de
dificultades financieras en el país, advirtió hoy el Comité
Parlamentario de Cuentas Públicas.
Muchos hospitales corren el riesgo de suspender servicios y hasta
cerrar unidades, alertan los resultados de una investigación de esa
entidad.
A juicio de los parlamentarios, las dificultades del NHS están
vinculadas a sus deudas históricas, al mal manejo de las autoridades
de Salud y a las restricciones del Gobierno al presupuesto público.
Los más pobres serán quienes sufrirán las consecuencias de las
reformas, denunció el Comité al tiempo que instó a los dirigentes
del sector a aplicar los cambios cuidadosamente para evitar males
mayores.
En Reino Unido, cerca de 50 mil puestos de trabajo están en
peligro de ser suprimidos del NHS a causa de los recortes
implementados por el Ejecutivo del primer ministro David Cameron.
El Real Colegio de Enfermería alertó que, como parte de las
medidas de austeridad, muchos puestos de primera necesidad también
se están viendo afectados.
Aunque el Comité de Sanidad del Parlamento considera que los
cambios son necesarios, reprochó los plazos propuestos por la
coalición oficialista para aplicar medidas, dirigidas a ahorrar 20
mil millones de libras esterlinas, unos 23 mil 600 millones de
euros, antes de 2014.
Por su parte, la oposición laborista afirmó con anterioridad que
las reformas causarán caos y podrían conducir a una privatización
del agobiado sistema de salud de la nación británica, reportó Prensa
Latina.