Organizaciones a favor de flexibilizar las relaciones entre
Estados Unidos y Cuba demandaron al Congreso del país norteño
rechazar un proyecto legal presentado por el representante
anticubano Mario Díaz-Balart, para limitar los viajes y remesas al
archipiélago, dio a conocer Prensa Latina.
Entre los opuestos a la idea está el Grupo de Estudios Cubanos,
integrado principalmente por empresarios originarios de la Isla y
establecidos en este territorio.
Kathy Castor, demócrata de Tampa, también llamó a legisladores de
su partido y de la formación republicana encargados de discutir el
tema, a eliminar la cláusula, incorporada en junio pasado a un
programa de gastos del Tesoro.
A la demanda se sumaron otros defensores de la normativa aprobada
por el presidente Barack Obama en 2009 para levantar algunas
restricciones a los viajes a Cuba, así como al envío de remesas
familiares a la nación caribeña.
La postura pro Cuba ocurre en momentos cuando el proyecto de Ley
de Gastos, que comprende esas limitantes, quedó temporalmente
suspendido para priorizar el debate de otras regulaciones
consideradas críticas y que deben ser aprobadas en los próximos
días.
El plan de Díaz-Balart prevé restablecer la norma impuesta por el
exmandatario George Bush en 2008, de permitir solo una visita a Cuba
cada tres años, un monto total de mil 200 dólares anuales para
envíos de dinero y restringir el concepto de familia.
De acuerdo con Mauricio Claver-Carone, director del Comité de
Acción Política por la Democracia Estados Unidos-Cuba, el efecto
práctico del proyecto sería dejar los traslados a La habana en uno
solo en 2012, debido a que la Ley de Gastos estará vigente para el
presupuesto de un solo año.
Según medios locales, muchas personas llamaron a emisoras de
radio en español, en Miami, para expresar respaldo a los viajes
ilimitados y afirmaron que Washington no tiene derecho a vetar las
visitas a sus familiares.
Por otra parte, una encuesta digital de un blog anticubano reveló
que el 60 por ciento de los pesquisados rechazan el plan de Díaz-Balart,
mientras el 35 por ciento lo apoya.
Obama mantiene su posición de que sigue comprometido con apoyar a
los cubano-americanos a mantener su relación con familiares en la
Isla, sin restricciones.
El martes pasado compañías de vuelos fletados al archipiélago
realizaron una movilización para intentar impedir la aprobación de
la enmienda.
La acción de Díaz-Balart forma parte de las políticas que
históricamente se generan desde Estados Unidos para afectar al
pueblo y gobierno cubanos.