Hace
apenas un año la joven intérprete y compositora Aixa Rodríguez logró
cristalizar un sueño que venía acariciando desde que estudiaba en la
Escuela Vocacional Lenin, y que acaba de presentar al mundo bajo el
nombre de Preámbulo. De ese modo ha dado un notable paso en
aras de desarrollar una estética propia y un sello distinguible en
los territorios de la música cubana contemporánea.
Preámbulo, con arreglos del guitarrista de Havana Ensemble,
Emilio Martiní, es el album debut de esta diseñadora gráfica
devenida cantante. Cuenta con siete temas que se mueven con soltura
entre la canción de autor, el arte lírico, el pop y diferentes
variantes de la música electrónica. Entre sus bazas para imponerse
aparecen títulos propios como Aire, Inocencia,
Anémona de mar y Silencio, textos en los que plasma de
forma muy intimista distintas escenas de la realidad contemporánea y
los argumentos de sus propias vivencias cotidianas.
Perteneciente a la Asociación Hermanos Saíz y exintegrante de la
banda de rock Mágnum, Aixa, de 27 años, ha venido mostrando su
flamante producción discográfica —en la que también aparece una
novedosa versión del poema Pero que te pueda ver, de Nicolás
Guillén—, en espacios como el programa Cuerda Viva y la Casa
de Cultura de Plaza, entre otros escenarios. "Este es un camino que
apenas comienza. Ahora quisiera darle una mayor difusión al disco no
solo por el mero hecho de ser mi primer trabajo y tener ansiedad por
la búsqueda de criterios para el bienestar de la obra, sino también
porque cada una de sus canciones muestra un mensaje relacionado con
circunstancias y situaciones con las que los oyentes se pueden
sentir identificados", dice a este redactor la joven artista,
graduada en el 2007 del Instituto Superior de Diseño (ISDI).
Con un amplio abanico de influencias que van desde Enigma,
Loreena McKennitt, pasando por Björk, y Enya, hasta el rock
alternativo, Aixa comenzó a darle forma a su carrera en la
prestigiosa Academia Nacional de Canto Mariana de Gonitch, dirigida
por el maestro Hugo Oslé. "Allí nos reunimos jóvenes cantantes que
como yo estaban buscando orientación, y pude intercambiar con
profesores de gran relieve como Juan Piñera, Virtudes Feliú, Zenaida
Armenteros, Juanito Espinosa, Mario Travieso, Daysi Pérez, Martha
Cardona y Hugo Oslé. Eso me ayudó notablemente en mi formación como
intérprete y me permitió profundizar en la historia de los
compositores cubanos e incursionar en un repertorio nacional e
internacional que no conocía", explica.
En Preámbulo destaca especialmente una interesantísima
revisión de Muñeca de trapo, uno de los grandes temas del
repertorio de la querida trovadora Teresita Fernández. "Teresita es
la autora más representativa de la música infantil cubana y sus
composiciones llevan importantes valores y aportes a nuestra
cultura. Yo crecí escuchando sus temas que eran muy populares para
mi generación. Muñeca de trapo fue una de sus canciones que
me impresionó muchísimo porque, con recursos como el juego, la
muñeca y sus lágrimas de aserrín, logra una pieza de gran
sensibilidad", afirma con convicción Aixa, una artista que ha
iniciado con una original personalidad su preámbulo en la música
cubana.