El Congreso de Estados Unidos prevé debatir esta semana una ley
que permitiría la detención de individuos bajo custodia militar por
tiempo indefinido, incluidos ciudadanos norteamericanos, alertó este
miércoles el sitio digital alternativo Democracy Now.
La legislación, que fija el presupuesto de defensa para el año
fiscal 2012 en 662 mil millones de dólares, posee una cláusula que
autoriza a las Fuerzas Armadas a mantener cautivo a sospechosos de
terrorismo de cualquier parte del mundo sin cargos ni juicio,
destacó la publicación, reporta Prensa Latina.
La Casa Blanca amenazó con vetar el proyecto, aun cuando el
presidente Barack Obama ha postergado la aplicación de sanciones
contra los principales responsables que autorizaron la tortura
contra prisioneros en 2006 en la cárcel de Abu Ghraib, en Irak.
La penitenciaría iraquí adquirió notoriedad mundial por imágenes
tomadas en su interior que mostraban a reos en diversas posturas
obscenas y humillantes flanqueados por sonrientes guardias
estadounidenses de ambos sexos.
Legisladores comunicaron que realizarán varias revisiones de la
propuesta, pero los críticos advierten que la medida supone una gran
amenaza para los derechos civiles fundamentales, agregó la fuente.
Se trata de meter a la gente en la cárcel, posiblemente por el
resto de sus vidas, basado solamente en una sospecha, advirtió Chris
Anders, abogado principal de la Unión para las Libertades Civiles de
los Estadounidenses, con sede en esta capital.
Heather Hurlburt, director ejecutivo de la Red de Seguridad
Nacional señaló que el rechazo se fundamenta, asimismo, en la
negativa a la militarización del sistema de justicia.
El proyecto de ley también prohíbe asignar fondos para el cierre
de la cárcel en la base Naval en la Bahía de Guantánamo, Cuba, la
prisión donde Washington recluye a los sospechosos de terrorismo.
Según el diario San Francisco Chronicle, los republicanos se
oponen enérgicamente al cierre del centro penitenciario que cumplirá
en enero su décimo aniversario, cuya permanencia constituye una de
las promesas electorales incumplidas por Obama.
Numerosas denuncias verifican que allí también se torturó a
prisioneros, rehenes de la llamada guerra global contra el
terrorismo iniciada por el expresidente George W. Bush, tras los
ataques del 11 de septiembre de 2011 contra el World Trade Center y
el Pentágono.
Además, en ese lugar se violan los derechos humanos de los
detenidos al aplicar el confinamiento solitario, algo en lo que
Washington ocupa el primer lugar mundial con más de 20 mil casos,
según informes de Naciones Unidas.