Con un notorio desconocimiento de la complicada situación que
atraviesa Afganistán, el jefe del Pentágono, León Panetta, afirmó
hoy que Estados Unidos está ganando el "duro conflicto" y que marcha
por buen camino.
El secretario estadounidense de Defensa formuló esa aseveración
durante una visita a sus tropas acantonadas en la bases de Fob
Sharana, en el este del territorio, y entrevistarse con el general
John Allen, comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para
la seguridad (ISAF), dirigida por la OTAN.
Sin embargo, a una década de su invasión y ocupación de esta
nación centroasiática ni Estados Unidos y sus aliados son capaces de
controlar o garantizar la seguridad en esta nación centroasiática y
sólo le queda la retirada.
Más de tres mil muertos y decenas de miles de heridos es el saldo
de las bajas de Estados Unidos y sus aliados involucrados en la ISAF
de la OTAN desde octubre del 2001 hasta la fecha, de acuerdo con la
web casualties.
Las fuerzas combinadas de Estados Unidos, la ISAF y OTAN suman
ahora unos 150 mil militares, indicó Prensa Latina.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) inició
este año la retirada progresiva de la totalidad de sus tropas de
combate, que supuestamente debe terminar a fines de 2014.
Pero, permanecerán en este territorio cerca de 15 mil efectivos
para tareas de formación de policías y soldados afganos después de
ese repliegue de tropas de combate del país en 2014, según fuentes
de la alianza.
Mientras, unos 33 mil militares estadounidenses se espera que
salgan a fines de septiembre de 2012 y otros 10 mil en diciembre.
Esas tropas se comprometerán progresivamente menos en combates
directos contra los insurgentes y que su misión evolucionará hacia
la consejería de las fuerzas afganas, sentenció el antiguo director
de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).