El gobierno chileno enfrenta a partir de hoy un nuevo traspié en
el Parlamento, luego del rechazo de las bancadas opositoras a su
proyecto de reajuste salarial para la administración pública, dio a
conocer Prensa Latina.
Por 55 votos a favor y 58 en contra, la Cámara de Diputados
rechazó la víspera el informe del Senado sobre el reajuste salarial
de cinco por ciento, votación aplaudida por los servidores públicos
que exigen un incremento de las remuneraciones del 9,8 por ciento.
Los partidos de la oposición chilena con representación
parlamentaria condicionaron la aprobación de la iniciativa legal al
cese de los despidos masivos en el citado sector, práctica a la que
le atribuyeron un sesgo político.
Un segundo revés en el Legislativo halló anoche la administración
de Sebastián Piñera, cuando la Comisión Mixta constituida para
resolver las discrepancias entre senadores y diputados también
reprobó el proyecto de ley, lo que deberá será informado este
miércoles ante ambas cámaras.
En relación con las denuncias de la Asociación Nacional de
Empleados Fiscales y del Colegio de Profesores acerca de una ola de
despidos en marcha, el senador del Partido por la Democracia Ricardo
Lagos opinó que el gobierno perdió el pudor en esa materia.
Se está despidiendo a la gente por razones políticas, por sus
ideas, indicó el legislador, quien precisó que sólo en la última
semana quedaron cesantes mil 500 trabajadores.
Asimismo el diputado comunista Lautaro Carmona manifestó que es
hora que desde las distintas instancias del Estado, incluyendo la
vía parlamentaria, se acojan las demandas de los empleados fiscales.
El reajuste salarial de La Moneda, enfatizó Carmona, profundiza
la desigualdad y la inequidad en la distribución de la riqueza en
Chile.
Según fuentes oficiales, el Ejecutivo insistirá en el mismo
reajuste a partir de una opción legal que le ofrece uno de los
artículos de la Constitución.