El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visita hoy Fort
Bragg, Carolina del Norte, la sede de la 82 División
Aerotransportada y del Comando de Operaciones Especiales donde
hablará a las tropas que regresaron de Irak.
Acompañarán al mandatario la primera dama, Michelle Obama, y el
primer ministro iraquí, Nouri Al-Maliki, indicó Prensa Latina.
El premier cumplimenta una visita oficial al país cuyo objetivo
se centró en un examen de la cooperación bilateral, sobre todo la
presencia militar en su país tras la retirada de los soldados
estadounidenses antes de que concluya el año.
De igual forma, el próximo día 16, el mandatario y su esposa
deben reunirse con uniformados y sus familias para festejar el fin
de año, informó el diario The Washington Post.
Analistas señalan que estas actividades conforman un programa
mediante el cual el jefe de gobierno pretende exhibir el retorno de
los combatientes como un triunfo de su política exterior.
Indican, además, que los cada vez más bajos niveles de aprobación
del gobernante le exigen demostrar como cumplida ante la opinión
pública, al menos una de las múltiples promesas que lo llevaron a la
presidencia hace tres años.
Recientes encuestas demuestran que Obama se encuentra a la zaga
de los dos principales contendientes por la nominación republicana,
Mitt Romney y Newt Gingrich, en estados claves para los comicios de
2012.
El aún inestable comportamiento de los indicadores económicos y
la persistencia de más de 13 millones de ciudadanos desempleados,
vaticinan para el demócrata una difícil campaña por la reelección,
algo que él mismo ha reconocido.
Cuando los seis mil soldados que restan por regresar toquen suelo
estadounidense se encontrarán con tan complejo panorama, ocho años y
medios después de partir hacia el país árabe como parte de la
llamada cruzada global contra el terrorismo del expresidente George
W. Bush.
Seguramente este miércoles el mandatario no perderá la ocasión de
recordar a las empresas la necesidad de contratar a veteranos, entre
quienes la tasa de desocupación se ha venido incrementando de manera
persistente.
A principios de noviembre Obama destacó que aunque la economía
sumó más de 350 mil empleos en el sector privado en los tres meses
precedentes, más de 850 mil veteranos continuaban en paro.
Para quienes retornan de los escenarios bélicos se vuelve
igualmente difícil el acceso a tratamientos de salud adecuados, pues
muchos vuelven con problemas de estrés postraumático y lesiones
cerebrales severas.
El número de exsoldados que buscan atención de salud mental
aumentó de unos 900 mil en 2006, hasta un millón 200 mil el año
pasado, de acuerdo con un estudio de la Oficina de Responsabilidad
Gubernamental.
Unos 2,3 millones de estadounidenses participaron en los
conflictos de Irak y Afganistán, y casi medio millón reclamaron el
año pasado al departamento de Asuntos de Veteranos acceso a seguros
de salud, terapias y asesoramiento médico, indicó la organización.