FIART 2011

Mario Freixas, vestir la cubanía

VIRGINIA ALBERDI BENÍTEZ

Foto: Yaimí RaveloDe la esquina de Galiano y Virtudes, donde tiene tienda fija, a los estantes de FIART 2011, Mario Freixas da un ejemplo de la posibilidad real de conjugar un diseño en las confecciones textiles que se distingue por la modernidad con la continuidad de la línea de desarrollo de una cultura cubana del vestir.

En ese sentido este es uno de los artesanos artistas que responde, con mayor fortuna y claridad conceptual, a uno de los presupuestos de la Feria Internacional de Artesanía y a la labor promocional que se propone el Fondo Cubano de Bienes Culturales.

No es cosa de atrincherarse en patrones añejos ante la avalancha inevitable de modelos globalizados por la industria de la moda, ni de apelar únicamente a la pieza única o de colección. La tradición puede y debe ser un punto de partida para conectar con la época actual, y la accesibilidad a un repertorio seriado no impide el sentido de exclusividad de cada pieza.

Tanto en sus diseños para mujeres y hombres como en la línea de bolsos, Freixas destaca por la limpieza minimal de los motivos que concentra en espacios limitados de la tela —los colores claros predominan— y por el carácter luminoso de sus conjuntos.

 

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