MOSCÚ, 13 diciembre.— El ministro ruso del Exterior, Serguei
Lavrov, confirmó hoy el rechazo a la aplicación de sanciones contra
Siria, al considerar tal escenario como contraproducente, mientras
llamó a dirigir la determinación occidental a una solución pacífica.
Lavrov consideró necesaria una voluntad de buscar la paz en Siria
y no precisamente para incrementar las medidas de presión unilateral
contra Damasco.
Estados Unidos y la Unión Europea desde hace seis meses aplican
con determinación sanciones unilaterales que afectan, sobre todo, a
la población siria, pero esa no es la actitud que se necesita,
apuntó.
Quienes nos exhortan en Occidente a asumir una mayor
determinación en el caso sirio, rehúsan condenar la violencia de
grupos extremistas con gran actividad contra las autoridades de la
nación levantina.
Al respecto, recordó que en la ciudad siria de Homs, los grupos
armados ocuparon dos barrios y desde ellos ametrallan edificios
administrativos, puntos de control y centros docentes, así como
patrulleros policiales y el transporte público.
El objetivo es provocar una catástrofe humanitaria con el fin de
obtener así un pretexto para una injerencia extranjera en el
conflicto sirio, denunció el jefe de la diplomacia rusa en esta
capital.
Cuando Occidente presenta las acciones violentas de grupos
armados como la lucha por la democracia y en contra de una
dictadura, ello resulta cuando menos incorrecto, aclaró Lavrov.
Al mismo tiempo, el ministro ruso señaló que su país respaldó el
acuerdo alcanzado por Damasco con la Liga Árabe (LA), pero se
pronuncia contra la imposición de cualquier tipo de ultimátum a
Siria.
De hecho, apoyamos los esfuerzos de varias naciones de la LA para
una salida pacífica al diferendo y proponemos la participación en la
misión de observadores de expertos rusos y de otros estados del
Brics (Brasil, Rusia, La India, China y Sudáfrica), declaró Lavrov.