Un lagarto psicodélico y un mono con un "peinado" a lo Elvis
Presley destacan hoy entre 208 especies descubiertas en el
multinacional río Mekong, que desemboca en Vietnam.
Resulta tan difícil imaginarse un simio cantando "Jailhouse Rock"
como a un reptil levitando el sopor del ácido lisérgico, pero las
similitudes eran demasiado evidentes como para obviarlas, reporta
Prensa Latina.
Así presentó a estas especies el Fondo Mundial de Vida Salvaje (WWF,
siglas en inglés) en su más reciente informe, que incluye otras
rarezas, como una serpiente que se reproduce por clonación.
Sin embargo, la rica biodiversidad de un ecosistema que nace en
China y cubre Myanmar, Tailandia, Laos, Cambodia y Vietnam,
sobrevive con la amenaza de factores naturales, pero sobre todo
humanos.
La pérdida del hábitat por la deforestación, la sobrepoblación,
el cambio climático y la cacería ilegal provocan la reducción de las
especies a niveles alarmantes, rozando con la extinción.
Por ejemplo, en zonas montañosas de las provincias vietnamitas de
An Giang y Kien Giang, en pleno Delta del Mekong, prolifera la caza
ilegal para vender las exóticas carnes en tugurios locales.
La carne de aves salvajes, tortugas, monos, ardillas, camaleones
y cerdos montañeses es vendida a altos precios por su rareza, algo
peculiar en este país donde el perro es un plato gourmet.
En las comunas deltaicas las tortugas son vendidas a unos 25
dólares el kilogramo, y hasta son exportadas.
De hecho, el mencionado anfibio que se auto-clona fue descubierto
por un científico en el menú de una cantina anónima del Delta, donde
era sorbido en sopas, entre tragos de cerveza o licor de arroz.
El asunto inquieta a los ecologistas y el gobierno intenta frenar
un problema que tiene mucho de cultural, pues como reza el refrán,
aquí se comen cualquier animal que vuele, camine o se arrastre.
Las autoridades se preocupan por especies endémicas y
particularmente amenazadas, como algunos tigres y elefantes
salvajes, el delfín del Mekong y el pez gato gigante.
"Esta es una región extraordinariamente rica en biodiversidad,
pero también una zona extremadamente frágil", alertó Sarah Bladen,
directora de Comunicación de WWF en el Gran Mekong.
De hecho, en octubre pasado Vietnam perdió su último rinoceronte
de Java, del cual queda medio centenar de ejemplares en Indonesia, y
los proyectos hidroeléctricos en el Mekong son poco alentadores.
China, Laos, Tailandia y Cambodia planean contruir represas en la
cuenca del Mekong para cubrir sus crecientes demandas energéticas, a
despecho del impacto ecológico que tendrá el estancamiento del agua.