El gobierno de coalición británico busca hoy reducir tensiones
internas generadas por el veto del primer ministro conservador,
David Cameron, a la reforma del Tratado de Lisboa, durante reciente
cumbre de la Unión Europea (UE).
La intención de limar asperezas surgió luego de que el viceprimer
ministro, el liberaldemócrata Nick Clegg, se ausentara la víspera de
un debate parlamentario encabezado por Cameron, indicó Prensa
Latina.
Pese a que ambas partes insisten en que la alianza seguirá
intacta, la polémica postura del Primer Ministro generó malestar en
su segundo al mando quien manifestó sentirse desencantado por su
actitud negativa de su superior.
En la cumbre de la UE, celebrada el viernes último, se presentó
un plan defendido por Alemania y Francia, basado en la
reestructuración del principal Tratado del bloque regional, algo
sólo posible con la aprobación unánime de los Veintisiete.
Cameron tiene previsto presidir este martes una reunión con su
gabinete para tratar el tema de Europa, antes de participar en un
debate parlamentario.
La decisión del gobernante de no sumarse al pacto fiscal adoptado
en la cumbre europea también provocó duras críticas por parte de
numerosos diputados de la Eurocámara de Estrasburgo.
Para el líder del Partido Popular Europeo (PPE) Joseph Daul, si
se puede prescindir de la solidaridad británica no hay motivos para
que los demás asociados hagan gesto alguno con Reino Unido.
El respaldo va en ambas direcciones, no sólo en una, dijo Daul,
al tiempo que dejó entrever una posible suspensión de beneficios que
obtiene el estado británico de parte de la UE.
Desde 1984, Londres recibe el llamado cheque británico, cerca de
cuatro mil millones de euros anuales, como compensación por los
beneficios de la Política Agrícola Común (PAC).
El dinero de nuestros contribuyentes debería ser empleado para
algo más que recompensar egoístas actitudes nacionales, declaró el
eurodiputado, al frente del partido más importante de Estrasburgo.