Actualizado 12:05 p.m. hora local

Nuevas autoridades libias intentan aplacar protestas en Benghazi

Las autoridades de Libia maniobraron hoy para aplacar protestas en Benghazi con promesas de refundar los aparatos de seguridad y convertir aquella ciudad en capital económica del país, mientras el Ejército controló la frontera con Túnez, informó Prensa Latina.

El Consejo Nacional de Transición (CNT), autoproclamado órgano supremo del país tras el derrocamiento de Muamar El Gadafi, intentó tranquilizar a manifestantes que se opusieron a sus políticas y a un posible indulto para quienes apoyaron al exlíder asesinado en octubre.

Abdelrazak Al-Aradi, miembro del CNT, subrayó que la capital económica de esta nación norafricana se instalará en la urbe donde nació la insurrección contra El Gadafi apoyada durante ocho meses por aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

De acuerdo con Al-Aradi, Benghazi será la capital económica de Libia y todos los ministerios vinculados con esa actividad serán trasladados hacia allí, en base a una decisión tomada después de las protestas intensificadas el lunes.

El funcionario explicó que de esa forma se pretende contentar a los residentes en la segunda ciudad del país que se sienten marginados respecto a los de localidades occidentales, pese a que reivindican un rol clave en la revuelta que inició el 17 de febrero contra El Gadafi.

De hecho, más de 30 mil personas, muchas de ellas antiguos alzados contra el anterior gobierno, marcharon por las calles de la urbe para patentizar su disgusto por el protagonismo de otras regiones y tribus.

La revolución (como llaman al levantamiento popular en los países árabes) empezó en Benghazi, se escuchaba entre las distintas consignas coreadas por los inconformes.

Por otro lado, el presidente del CNT, Mustafa Abdul Jalil, aseguró que el recién formado gobierno del primer ministro Abdel Rahim El-Keib reestructurará en un plazo de 100 días la policía y el Ejército con la incorporación de exsublevados molestos por su situación de desamparo.

Mientras abogó por un indulto - para propiciar la reconciliación nacional - a quienes combatieron junto a El Gadafi, Jalil y la jefatura del incipiente Ejército libio afirmaron que se dan pasos para garantizar la seguridad y estabilidad de esta devastada nación.

Al respecto, informaron que el lunes se había tomado el control del lado libio del cruce de Ras Jedir, en la frontera con Túnez, que estuvo clausurada casi dos semanas por incidentes armados.

 

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