Las autoridades de Libia maniobraron hoy para aplacar protestas
en Benghazi con promesas de refundar los aparatos de seguridad y
convertir aquella ciudad en capital económica del país, mientras el
Ejército controló la frontera con Túnez, informó Prensa Latina.
El Consejo Nacional de Transición (CNT), autoproclamado órgano
supremo del país tras el derrocamiento de Muamar El Gadafi, intentó
tranquilizar a manifestantes que se opusieron a sus políticas y a un
posible indulto para quienes apoyaron al exlíder asesinado en
octubre.
Abdelrazak Al-Aradi, miembro del CNT, subrayó que la capital
económica de esta nación norafricana se instalará en la urbe donde
nació la insurrección contra El Gadafi apoyada durante ocho meses
por aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN).
De acuerdo con Al-Aradi, Benghazi será la capital económica de
Libia y todos los ministerios vinculados con esa actividad serán
trasladados hacia allí, en base a una decisión tomada después de las
protestas intensificadas el lunes.
El funcionario explicó que de esa forma se pretende contentar a
los residentes en la segunda ciudad del país que se sienten
marginados respecto a los de localidades occidentales, pese a que
reivindican un rol clave en la revuelta que inició el 17 de febrero
contra El Gadafi.
De hecho, más de 30 mil personas, muchas de ellas antiguos
alzados contra el anterior gobierno, marcharon por las calles de la
urbe para patentizar su disgusto por el protagonismo de otras
regiones y tribus.
La revolución (como llaman al levantamiento popular en los países
árabes) empezó en Benghazi, se escuchaba entre las distintas
consignas coreadas por los inconformes.
Por otro lado, el presidente del CNT, Mustafa Abdul Jalil,
aseguró que el recién formado gobierno del primer ministro Abdel
Rahim El-Keib reestructurará en un plazo de 100 días la policía y el
Ejército con la incorporación de exsublevados molestos por su
situación de desamparo.
Mientras abogó por un indulto - para propiciar la reconciliación
nacional - a quienes combatieron junto a El Gadafi, Jalil y la
jefatura del incipiente Ejército libio afirmaron que se dan pasos
para garantizar la seguridad y estabilidad de esta devastada nación.
Al respecto, informaron que el lunes se había tomado el control
del lado libio del cruce de Ras Jedir, en la frontera con Túnez, que
estuvo clausurada casi dos semanas por incidentes armados.