La
artesanía, no hay dudas, es la voz más auténtica del pueblo. FIART
2011 se hace eco, en un buen grupo de espacios de esas creaciones
que nacen, verdaderamente, de las manos del artista.
El stand de Ecuador, de la empresa Maquinde, reúne un conjunto de
obras que exponen las magias entretejidas en los sueños de los
artesanos. Desde el corazón de los Andes, la Sierra y también de la
Costa, viajó a la edición 15 de la Feria, parte de la artesanía que
habita en recónditos parajes de la geografía ecuatoriana, una de las
más llamativas del continente. La variedad y diversidad de
tonalidades retozan allí. Tejidos multicolores traducidos en hamacas
y otros enseres, transpiran la creatividad de los ingeniosos
artesanos, quienes obtienen de la Naturaleza esos colores
brillantes.
De lo exhibido aquí destacan las piezas en madera de balsa donde
retozan elementos de la fauna y la flora, las estilizadas cerámicas
transformadas en las conocidas Rezadoras (yeso tratado y arcilla),
las creaciones en barro vidriado y esterilla, los sombreros de
fibras naturales, cestas, que asombran por el buen gusto y la
belleza estética.
En la Feria, hay que cuidar lo verdaderamente autóctono, hecho
por los artesanos, y tratar de eliminar todo lo que sea
industrialmente realizado. Es un reto para próximas ediciones.