Costa Rica continúa hoy sin cumplir su obligación de presentar un
estudio de impacto y plan de gestión ambiental por carretera que
construye en el margen derecho del nicaragüense Río San Juan, indicó
hoy el Gobierno.
Con el título "Costa Rica intenta ocultar impacto ambiental de
carretera", el espacio electrónico El 19 Digital publica
íntegramente la nota enviada por la Cancillería, en la que exige la
paralización inmediata de las ejecuciones.
El mensaje, dirigido al ministro tico de Relaciones Exteriores,
Enrique Castillo, considera inapropiado e inadmisible solicitar a
Nicaragua que señale los daños que pueda ocasionar la obra.
Una postura de esa naturaleza contraviene los tratados y
convenios bilaterales y multilaterales suscritos por las autoridades
costarricenses para la defensa del medio ambiente y la
biodiversidad, advierte el texto.
Entre esos compromisos se halla el Convenio Regional para el
Manejo y Conservación de los Ecosistemas Naturales y Forestales y el
Desarrollo de Plantaciones Forestales.
También están las declaraciones de Río y Estocolmo y la
Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional
Especialmente, como Hábitat de Aves Acuáticas (Ramsar), recordó la
nota oficial.
Según lo dispuesto en Ramsar, en la actual coyuntura debió
establecerse una comunicación fluida, pues peligran humedal y
sistema hidrológico compartidos.
"Muy al contrario", Costa Rica ni ofreció información a Nicaragua
ni a su propio pueblo en relación con la construcción de la
carretera, lamenta el mensaje oficial, que también refiere anuncios
engañosos sobre una supuesta suspensión de los trabajos.
El vial "afecta gravemente el medio ambiente y los derechos de
Nicaragua. Continuar con la referida obra tiene consecuencias
ecológicas y ambientales que de no detenerse su construcción,
ocasionaría daños trascendentales irreversibles", evalúa la
reclamación.
Entre los impactos figura el vertimiento del despale y movimiento
de tierra a lo largo de la ruta de la carretera en el caudal del
río, la remoción de suelos frágiles, provocando una mayor y excesiva
sedimentación en el cauce y el impacto sobre los recursos
hidrobiológicos, ilustró la Cancillería.
A todo lo anterior, denunció la cartera diplomática, se unen las
incursiones en territorio nicaragüense y las violaciones vinculadas
a los monumentos de demarcación, informó PL