La policía de Boston, Massachussets, arrestó este sábado a 46
integrantes del movimiento de los indignados que participaban en una
de las protestas más amplias de Estados Unidos, informaron las
autoridades.
El comisionado de la policía local, Edward Davis, indicó que las
detenciones se efectuaron en lo que dijo ser un desalojo pacífico,
reporta Prensa Latina.
Los agentes irrumpieron en el campamento en horas tempranas de
este sábado destruyendo tiendas de campañas y advirtiendo a cerca de
75 manifestantes que habían pasado la noche allí que serían
arrestados si no se iban.
El jueves último, un juez de Boston levantó una orden de
restricción temporal que prohibió a la policía desalojar al grupo.
Según activistas, los manifestantes recibieron notificaciones de
desalojo advirtiéndoles de que corrían el riesgo de ser detenidos si
no desocupaban Dewey Square antes de la medianoche.
Luego de la acción policial, los manifestantes dijeron que
celebrarán una asamblea general el sábado por la noche en el Boston
Common para discutir su próximo movimiento.
"Tenemos muchas opciones", dijo Robin Jacks, de 31 años, quien,
junto con otro, ayudó a iniciar la ocupación de Boston. "Esto no ha
terminado. No vamos de detener nuestra protesta, agregó.
Entre los próximos pasos, el grupo realizará acciones en defensa
los estadounidenses expulsados de sus hogares por los bancos,
imposibilitados de pagar sus hipotecas, y ocuparan casas cuyos
moradores fueron desalojados a causa de las políticas bancarias.
En la actualidad en más de 25 ciudades en todo el país, los
manifestantes realizan acciones en defensa de quienes fueron
expulsados de sus hogares.
Esa iniciativa comenzó en el barrio pobre de East New York, en
Brooklyn, Nueva York, donde los activistas de Ocupemos Wall Street
demandaron "juicio hipotecario a las empresas, no a la gente".
Durante sus actos frente a las casas embargadas los demandantes
reiteraron que los bancos y las políticas del "uno por ciento" están
dejando en la calle "al 99 por ciento".
Según estadísticas oficiales miles de familias estadounidenses
perdieron sus techos durante la crisis hipotecaria y alrededor de 11
millones de deudores enfrentan hipotecas mayores que el valor de sus
propiedades.
Mientras tanto, los inconformes con la inequidad del sistema
realizan hoy una jornada de acción global para celebrar el Día
Mundial de los Derechos Humanos.