¿Quién gana con la guerra? ¿Por qué es un negocio bombardear un
país hasta dejarlo en ruinas? Después de la matanza, las empresas
reemplazan a los aviones de combate. Los mismos países que
bombardearon Libia, ahora reciben contratos millonarios para su
reconstrucción.
"Libia es un país rico en reservas de petróleo, y espero que haya
oportunidades para que los británicos y otras empresas participen en
la reconstrucción", confesó el ministro de Defensa británico, Philip
Hammond.
Según Rusia Today, la cuenta que el Reino Unido debe pagar por su
parte en la intervención de la OTAN se ha evaluado en casi 500
millones de dólares. Mientras tanto, según el Departamento de
Comercio e Inversiones, el valor de los contratos para la
reconstrucción de Libia podría llegar a más de 300 000 millones de
dólares durante los próximos 10 años.
John Hilary, director ejecutivo de War on Want, una
organización que lucha contra la pobreza en los países en
desarrollo, asegura que la situación es parecida a Iraq después de
la guerra, cuando las empresas de los países involucrados en la
invasión obtuvieron los mejores contratos. "Bombardeamos, destruimos
y después obtenemos contratos para la reconstrucción", dijo a Rusia
Today.
Como el Reino Unido, Francia no quiso quedarse fuera. Fue la
primera potencia occidental que reconoció al autoproclamado Consejo
Nacional de Transición (CNT) como gobierno legítimo de Libia y la
primera en reabrir su embajada en Trípoli. París espera que la
gratitud política se traslade a los negocios.
Estos pasarán por los millonarios contratos para la
reconstrucción del país, las concesiones petroleras y las nuevas
oportunidades que surgirán con su previsible apertura económica.
El periodista australiano John Pilger aseveró que hubo pruebas de
negociaciones incluso antes de la invasión de la OTAN a la nación
árabe. "Libia es una fuente con más petróleo que cualquier otro país
en África, incluso Nigeria", afirmó. "El Consejo Nacional de
Transición dijo a Francia que si enviaba sus aviones al país le
otorgaría a la empresa Total (primera empresa gala del sector) el 35
% de las reservas libias de petróleo".
El analista mexicano Alfredo Jalife explicó a Telesur por qué la
OTAN gana con la destrucción y luego la reconstrucción de Libia.
Consideró irrisorios los 1 500 millones de dólares de los activos
libios que Estados Unidos liberó para los sublevados del CNT, pues
en realidad los bienes del país norafricano ascienden a más de 100
mil millones de dólares.
Llama la atención, señaló, la manera en que la OTAN y Estados
Unidos van a utilizar las cuentas "que tienen hipotecadas, son
grandes reservas de dinero, de más de 100 000 millones de dólares",
insistió al considerar que son "migajas las que le sueltan al CNT".
Sería ingenuo creer que en Libia "destruyen por destruir"
—explicó— pues no se puede olvidar que también operan las fuerzas
transnacionales "para ganar y sacar jugosos dividendos".
El analista hizo una analogía entre Iraq, Afganistán y Libia, y
señaló que ninguna de las tres naciones "tiene infraestructura de
ninguna índole, están totalmente destruidas, pero eso es parte del
negocio, porque luego van a la reconstrucción y ya tienen ignorado
el dinero de la gran riqueza del país."
Las guerras son un negocio redondo para los vencedores. ¡Pero a
qué precio! ¿No es acaso el ser humano un animal racional? ¿Qué
racionalidad puede haber en un conflicto armado, donde además,
quienes cosechan fortunas, no participan en la batalla? Solo tiran a
pelear a un hombre contra otro, como en el circo romano.
Así escribió el general Butler en su libro War is a racket:
"Por lo menos 21 mil nuevos millonarios y multimillonarios fueron
creados en EE.UU. durante la Guerra Mundial. Son los que admitieron
sus inmensas ganancias con sangre en sus declaraciones de impuestos.
Nadie sabe cuántos otros millonarios de la guerra falsificaron sus
declaraciones de impuestos. ¿Cuántos de esos millonarios de la
guerra cargaron un rifle? ¿Cuántos de ellos cavaron una trinchera?
¿Cuántos de ellos supieron lo que significa pasar hambre en un hoyo
infestado de ratas? ¿Cuántos de ellos pasaron noches de insomnio y
terror, evitando las granadas, la metralla y las balas de las
ametralladoras? ¿Cuántos de ellos esquivaron la bayoneta de un
enemigo? ¿Cuántos de ellos fueron heridos o muertos en batalla?"