Significativo broche de oro de 2011 para la industria tabacalera
cubana represente la distribución de su primera Gran Reserva de
Montecristo, una de las marcas más demandadas por los fumadores de
habanos.
Como parte de una acertada estrategia comercial la corporación
internacional Habanos S.A. muestra ahora, cuando falta muy poco para
el fin de año, toda una novedad, teniendo en cuenta que esta marca
aporta fundamentales ganancias a la cartera empresarial, reporta
Prensa Latina.
Un comunicado oficial de la corporación, añade que esta Reserva
está producida en la que quizás sea la marca más apreciada de los
habanos y en particular en su vitola o tipo de puro Montecristo
No.2, considerada la más emblemática de dicha línea.
Aparece con cinco mil cajones de 15 unidades cada uno, puros con
hojas que fueron añejadas con un mínimo de cinco años.
Señala el reporte, que desde su nacimiento en 1935, Montecristo
se consolidó como una de las marcas más reconocidas de habanos entre
los fumadores más exigentes.
La novedad, insisten los productores, ahonda en el carácter único
de Habanos como Denominación de Origen Protegida y para su
elaboración seleccionaron las mejores hojas de tabaco de Vuelta
Abajo, en la occidental provincia cubana de Pinar del Rio, de la
cosecha de 2005.
Esta vitola, la Montecristo No. 2, es la única producción que
compone la Gran Reserva, cuya producción respeta los criterios de
selección que se pueden esperar de una elaboración única.
Entre las tareas para sacarlo al mercado, aparecen desde un largo
y cuidadoso proceso de añejamiento, hasta el panel de cata con
supervisión de la ligada seleccionada para garantizar un sabor
único, armonioso, y consistente, recalca el comunicado.
Esta especialidad esta bautizada por los torcedores como
Pirámides con cepo o diámetro de 52 (20,64 milímetros) por 156
milímetros de largo, cada pieza.