El 43 por ciento de aprobación en la gestión del presidente
estadounidense Barack Obama, reportado este viernes por la
encuestadora Gallup, mostró uno de los índices más bajos para un
gobernante en su tercer año de mandato.
El estudio reveló que a un año de culminar su mandato, todos los
gobernantes anteriores contaban con más de 50 por ciento de apoyo a
su desempeño, excepto James Carter, quien llegó a una tasa de 40 por
ciento, elevada a finales de noviembre de 1979 al 50 por ciento,
reporta Prensa Latina.
No obstante, reconoce que la puntuación de Obama mejoró
ligeramente en comparación con el 41 por ciento que mantuvo en
agosto, septiembre y octubre últimos.
Según la encuestadora, si los valores del Jefe de Estado no
aumentan significativamente este mes, podría convertirse en el
primer mandatario con respaldo inferior al 50 por ciento para el
período en análisis.
De acuerdo con sus estadísticas, generalmente los dignatarios que
optan por la reelección logran su objetivo cuando su tasa de
aprobación, cercana a los comicios, es de al menos el 50 por ciento.
Gallup aclaró que a pesar de la baja puntuación, Obama se
mantiene competitivo frente a los candidatos republicanos.
Los sondeos ubican al expresidente de la Cámara de Representantes
Newton Gingrich a la cabeza del partido opositor con 38 por ciento,
seguido por el exgobernador de Massachussets, Mitt Romney, quien
acumula 17 por ciento de favoritismo.
Con esos resultados, Gingrich, quien ha escalado
considerablemente en los últimos días, se perfila como el futuro
contrincante de Obama en las elecciones del venidero 6 de noviembre.
Mientras algunas encuestadoras como Rasmussen conceden ligera
ventaja al republicano (45 por ciento) con respecto al mandatario
(43 por ciento), otras, citadas por el portal digital Real Clear
Politics, colocan a la avanzada al demócrata con 48,7 por ciento,
frente a un 43 por ciento para el republicano.
Para los próximos sufragios, el Estadista cuenta con varios
aspectos en contra, entre ellos promesas incumplidas en temas
sensibles como la inmigración, la elevada tasa desempleo, que es de
8,6 por ciento, y los 46 millones de estadounidenses que viven en la
pobreza.
También resaltan las manifestaciones lideradas por grupos de
indignados en las principales ciudades del país, quienes protestan
desde el pasado 17 de septiembre contra la codicia corporativa y el
sistema financiero imperante.
Además de elegir un nuevo presidente, el venidero 6 de noviembre
quedarán definidos miembros del Senado, de la Cámara de
Representantes, gobernadores y algunos legisladores estaduales.