La construcción de una carretera costarricense en las cercanías
del río San Juan de Nicaragua continúa con derribo de árboles y
desbroce terrenos para agravar el daño medioambiental.
Retroexcavadoras de las empresas constructoras ticas aceleraban
los trabajos de apertura de la autopista en la línea limítrofe del
río donde el gobierno del vecino país también izó su bandera, indica
un reportaje del Nuevo Diario, con fotos sobre los hechos, reporta
Prensa Latina.
Pobladores de la localidad refieren alarma por la negativa a
detener las obras, según comentó el párroco de El Castillo, Félix
Evelio Triguero Paisano, quien se sumó al clamor de la ciudadanía.
Caños y afluentes que alimentaban el cauce "están quedando
soterrados por la maquinaria tica, además del arboricidio que está a
la vista, a orillas del río, describe la nota del cotidiano.
Habitantes de la zona y expertos esperan una evaluación
exhaustiva que permita fundamentar la dimensión de la barbarie que
se está cometiendo con la flora, la fauna y los recursos hídricos,
dijo una de las entrevistadas, la ambientalista del Refugio Bartola,
Sandra Castrillo.
En la ejecución del vial, no han respetado nada, ni las montañas,
los árboles, no les importa secar el río, opinó el sacerdote
Triguero Paisano, citado por la misma fuente.
Si estamos cuidando nuestro río para tener una Reserva (la Indio
Maíz) es para que también no entre la droga y esa carretera traerá
la facilidad de movilizar al narcotráfico, señaló el religioso.
Evaluaciones de la organización Procuenca, retomadas por el
rotativo La Prensa, advierten que la calidad del agua del San Juan
aumentará su deterioro debido a las obras en marcha.
Contrariamente a lo que hace Costa Rica en la Reserva de Biosfera
Río San Juan, Nicaragua conserva sus bosques, ayudada en parte por
su poco desarrollo social en la zona, reconoció el diario con línea
editorial adversa al Ejecutivo sandinista.
El pasado 29 de noviembre el gobierno de Nicaragua envió hoy una
notificación de protesta a las autoridades de Costa Rica y solicitó
la detención de las ejecuciones hasta tanto haya análisis de certeza
sobre el impacto medioambiental.
Además de la destrucción de la flora y la fauna en una zona muy
extensa de humedales compartidos, los trabajos constructivos
provocan desechos de movilización de tierra y otros han sido
vertidos en nuestro Río, apuntó el reclamo oficial.
También el Ejecutivo de este país pidió a la Convención Ramsar
(para la preservación de los humedales en el mundo), el envío de una
misión de asesoramiento "que visite la zona y compruebe in situ las
violaciones flagrantes".