La Conferencia de Washington en contra de la alusión
estadounidense a Cuba como nación patrocinadora del terrorismo fue
un éxito y logró aunar a renombrados académicos en defensa de la
isla antillana.
Fue importante que sectores académicos y de la sociedad civil con
cierta voz e influencia en el sistema político norteamericano
reclamaran al unísono que esa es una medida injusta, comentó Carlos
Alzugaray, profesor titular de la Universidad de La Habana.
En conversación telefónica con Prensa Latina desde la sede del
evento, el también politólogo especialista en Estados Unidos apuntó
que el seminario permitió establecer un diálogo y subrayar el tema
en el centro mismo de poder del norteño país.
Todos coincidimos en que no existe razón alguna para mantener a
Cuba en esa lista, ya de hecho arbitraria, porque lo primero a
discutir es el derecho de Washington a armar un registro de
supuestos estados terroristas, enfatizó Alzugaray.
Las organizaciones no gubernamentales Latin America Working Group
y The Center for International Policy patrocinaron el encuentro
pro-cubano este jueves en el Club Nacional de Prensa, de Washington
D.C.
El Gobierno de Estados Unidos insertó arbitrariamente a la nación
insular en el controvertido listado desde 1982, a petición del
entonces secretario de Estado Alexander Haig y por una resolución
certificada por el presidente Ronald Reagan.
Alzugaray señaló que esa decisión de la Casa Blanca perjudica a
Cuba, pero también a las autoridades norteamericanas, que con tal
normativa demuestran una vez más que carecen totalmente de
credibilidad.
Los que se benefician son los personajes integrantes de la
ultraderecha cubanoamericana de Miami, siempre dispuestos a usar
cualquier recurso artificioso para ganar dinero y redoblar el
bloqueo económico contra el pueblo cubano, indicó.
Creo que fue una buena conferencia, todos los oradores se
manifestaron en contra de la mencionada lista ( .) la cual ha creado
una serie de problemas incluso para Estados Unidos, país que en
algún momento deberá enfrentarlos e intentar resolverlos, acotó el
experto cubano.
Recalcó que los argumentos fueron sólidos por parte de todos los
participantes y se cumplió el objetivo de influir en círculos
políticos y transmitir el mensaje de que hay algo que cambiar en esa
absurda ordenanza de Washington.
Entre los conferencistas invitados destacaron además Wayne Smith,
exrepresentante diplomático norteamericano en Cuba, Robert Muse, de
la firma de abogados Muse and Associates, y Sarah Stephens, del
Centro para la Democracia.
Asimismo expuso un análisis sobre lo erróneo de la política
aplicada por Washington el catedrático Arturo López-Levy, vinculado
a la Escuela de Estudios Internacionales Josef Korbel, de la
Universidad de Denver.
Uno de los más cínicos aspectos de la política norteamericana ha
sido mantener a Cuba en esa categoría ignominiosa de patrocinadora
del terrorismo, sin evidencia que sustente la acusación, indicaba la
convocatoria de la Conferencia.
Incluso -agrega la comunicación- reportes recientes emitidos por
el Departamento de Estado reconocen que Cuba implementa una posición
pública clara en contra del terrorismo y también del financiamiento
de estas acciones extremistas.