Naciones Unidas denunció hoy el uso excesivo de la fuerza contra
los manifestantes en Egipto, en particular el empleo de gas
lacrimógeno, balas de goma y munición verdadera.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi
Pillay, reclamó además una investigación sobre la represión de
protestas civiles en ese país árabe, según una nota de prensa
distribuida en la sede de la organización mundial en Nueva York.
El comunicado hace referencia a reportes que informan sobre la
muerte de 30 personas durante los ataques de las autoridades contra
las demostraciones que demandan la salida del régimen castrense y la
instalación de un gobierno civil.
Pillay pidió la rápida apertura de una investigación imparcial e
independiente y que los responsables de la violencia rindan cuentas
por los abusos cometidos.
Dijo que las acciones de los militares y las fuerzas de seguridad
dificultan la transición a la democracia en ese país y estimulan las
protestas callejeras en defensa de los derechos del pueblo.
Asimismo, exigió el levantamiento del estado de emergencia, la
implantación de un sistema de monitoreo efectivo para las próximas
elecciones, la erradicación de la tortura y los malos tratos y una
reforma del sector de seguridad.
Hace dos días, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon,
llamó a la contención y la calma en Egipto y a avanzar hacia un
proceso electoral pacífico y el establecimiento de un régimen civil,
indicó Prensa Latina.
En un comunicado, el titular de Naciones Unidas exhortó a las
autoridades de transición que gobiernan en Egipto a garantizar la
protección de los derechos humanos y las libertades civiles,
incluido el derecho a la protesta pacífica.