Costa Rica está azotada por una ola de protestas, protagonizadas por personal de la salud, bananeros, taxistas, ambientalistas, transportistas, empleados públicos, y otros sectores populares.

Cerca de 300 ciudadanos contrarios a la minería a cielo abierto en Crucitas (Puntarenas) marcharon la víspera hasta la Corte Suprema de Justicia para exigir a los magistrados de la Sala Primera que actúen contra la estrategia de la transnacional canadiense Industrias Infinito Gold, informa hoy Diario Extra.

Los manifestantes pretenden que el ente de justicia emita una sentencia lo antes posible frente a las apelaciones de la empresa foránea, acusada de dañar el medio ambiente por aplicar ese cuestionable método para explotar el oro costarricense en esa región norteña, señaló Prensa Latina.

También el Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica censuró la intromisión de Infinito Gold en los asuntos internos del Poder Judicial, mientras los taxistas salían a las calles ante la falta de medidas de la Policía de Tránsito para sacar de circulación a los porteadores ilegales.

Los conductores abarrotaron la víspera las carreteras nacionales para hacerse escuchar por el aumento del impuesto del marchamo o pago por Derechos de Circulación, Seguro Obligatorio Automotor y Seguro Su Vida.

En tanto, más de 500 obreros bananeros, la mayoría indígenas guaimíes panameños de ambos sexos, mantienen paralizadas las labores desde el 9 de noviembre en demanda de mejoras salariales y laborales frente a la explotación de la transnacional Bandeco, en Sixaola, provincia de Limón.

Casi 80 anestesiólogos, además, prosiguieron la huelga iniciada por el respeto a su derecho a disfrutar de vacaciones profilácticas y una respuesta acorde del gobierno respecto al tema y varias organizaciones sociales convocaron a defender la institucionalidad costarricense.