La presidenta Dilma Rousseff expresó este viernes su orgullo por
sancionar las leyes que crea la Comisión Nacional de la Verdad y la
de Acceso a Informaciones Públicas, fundamentales para conocer la
historia de Brasil.
Resulta fundamental conocer el pasado, sobre todo el más reciente
cuando muchos brasileños fueron presos, torturados y muertos,
aseguró la mandataria tras sancionar esas leyes, en ceremonia
efectuada en el Palacio de Planalto, reporta Prensa Latina.
La Comisión Nacional de la Verdad tendrá como objetivo investigar
las violaciones de los derechos humanos cometidas en el país entre
1946 y 1988, período que incluye la etapa de la dictadura militar
(1964-1985), pero no busca enjuiciar y penalizar a los autores de
esos crímenes.
Por su lado, la Ley de Acceso a Informaciones Públicas acaba con
el secreto eterno de documentos públicos y establece plazo máximo de
50 años para los datos clasificados por el gobierno como
ultraconfidenciales.
En su discurso ante la cúpula militar en pleno, exreprimidos por
la dictadura castrense, familiares de asesinados por ese régimen,
funcionarios del gobierno y diplomáticos acreditados en Brasil,
Rousseff aseveró que "me enorgullece sancionar esas dos leyes que
tratan de asuntos distintos, pero están conectadas".
Representan, prosiguió, un paso decisivo en la consolidación de
la democracia brasileña.
Ningún acto o documento contra los derechos humanos podrá ser
colocado en secreto bajo pretexto alguno, el cual nunca más ofrecerá
refugio al irrespeto a las libertades indivuales en Brasil, precisó
Rousseff, una de los miles de habitantes de este país apresados y
torturados por el régimen militar.
La presidenta tiene además la responsabilidad de nombrar a los
siete integrantes de la Comisión Nacional de la Verdad, quienes
dispondrán de dos años para elaborar un informe sobre los crímenes
cometidos en Brasil entre 1946 y 1988.
Presentado durante el gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula
da Silva (2003-2010), el texto sufrió algunas modificaciones en el
Legislativo para garantizar la no revisión de la Ley de Amnistía y
con eso, la impunidad de los autores de crímenes durante la
dictadura militar.
La Ley de Acceso a Informaciones Públicas, establece además la
creación de una comisión con miembros de los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, quienes serán los responsables de clasificar
los documentos.
Los mismos tendrán tres categorías: reservado (cinco años),
secreto (10 años) y ultrasecreto (25 años). La confidencia de estos
últimos solo podrá ser prorrogada una vez por el mismo período de
tiempo, el cual comienzo a contar a partir del día en que se
elaboró.