Durante un encuentro en la sede del Movimiento Cubano por la Paz (MOVPAZ), en La Habana, Qide significó que la Isla realiza una encomiable labor en términos de protección de su entorno, razón por la cual su país está dispuesto a fortalecer la colaboración bilateral en esta y otras áreas.

Los países desarrollados deben asumir una mayor responsabilidad ante una situación medioambiental crítica, agravada por las relaciones injustas e irracionales, dijo el parlamentario chino.

No intentamos escapar a nuestras responsabilidades -acotó Qide-, en los últimos años hemos logrado un 20 por ciento de reducción de gases contaminantes y un aumento de los índices restrictivos de emisión.

El también Presidente de la Asociación para la Paz y el Desarme del Pueblo Chino se pronunció por mantener en alto las banderas de la coexistencia pacífica, y rechazó la proliferación de las armas convencionales, a las cuales calificó de casi tan nocivas como las nucleares.

Ambos tipos de armas tienen que ser controladas, porque es el único camino para alcanzar la meta: la paz mundial.

Augusto Valdés, presidente del MOVPAZ, compartió sus criterios a propósito del tema, y dijo que Cuba y la nación asiática podían unir esfuerzos para contribuir a frenar esas tendencias negativas que se suscitan en el actual contexto mundial.

Los visitantes también conocieron de las actividades que realiza el Movimiento en favor de la educación, concebida como un derecho humano desde el triunfo de la Revolución en 1959, cómo se patentizó con la Campaña de Alfabetización de 1961, que llevó la luz del conocimiento a centenares de miles de cubanos.

Cuba es una gran escuela de cultura de paz, sustentada por las conquistas en materia de justicia social, destacó Omar Roque, presidente de Edupaz.