El secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, exhortó al
Congreso de Estados Unidos a tomar una decisión rápida sobre el tema
presupuesto federal o de lo contrario -dijo- se registrarán
repercusiones en la guerra de Afganistán.
Según Panetta, si el Capitolio falla en determinar las cuantías
exactas de recortes en erogaciones gubernamentales se desatará una
reacción institucional en cadena que comenzará en los pasillos del
Pentágono y afectará a las tropas norteamericanas en el país
centroasiático, reporta Prensa Latina.
Un llamado Supercomité del Congreso, compuesto por 12 miembros
demócratas y republicanos, tiene hasta el próximo 23 de noviembre
para alcanzar un pacto que controle el descomunal déficit
presupuestario y una deuda nacional casi igual al producto interno
bruto.
Si este apéndice legislativo no logra presentar a la Casa Blanca
un plan viable, el presidente Barack Obama tiene autoridad para
activar un llamado gatillo ejecutivo automático y decretar los
cortes de gastos sin mediación parlamentaria.
El Pentágono trata de digerir una reducción de capitales ordenada
en 2010 por valor de 450 mil millones de dólares, y a partir del día
23 podría sufrir otro recorte de fondos equivalente a 600 mil
millones de dólares.
Estas reamortizaciones tendrían un impacto devastador para el
Departamento de Defensa, afirmó Panetta en una carta a los senadores
republicanos John McCain y Lindsey Graham, reseñó este martes el
diario Capitol Hill.
La lista de proyectos militares amenazados incluye al
cazabombardero de quinta generación F35 Joint Strike Fighter, más
una nueva flota de submarinos balísticos y fragatas especializadas
en combate marítimos costeros.
Si finalmente emerge una fórmula de compromiso del Supercomité,
entonces antes del próximo 23 de diciembre el Congreso en pleno
deberá someter a votación un programa general basado en las
sugerencias del panel bipartidista.
Pero si todas las variantes fracasan, se prevé que Obama recurra
a una controvertida potestad otorgada por el Senado para acortar
gastos en 1,2 billones de dólares a partir de 2013.