Concebidas dentro de las principales líneas de acción que rigen
la labor del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, las
muestras fotográficas quedaron instaladas, respectivamente, en el
Centro Hispanoamericano de Cultura y la galería Carmen Montilla, en
La Habana Vieja.
Compuesta por 44 instantáneas, Ausencias, Distancias,
forma parte de una trilogía del artista argentino Gustavo Germano,
quien dijo a Granma que sus obras giran en torno "a los tres
métodos que utilizó la dictadura de Rafael Videla para eliminar a
sus opositores: la muerte, la cárcel, el exilio".
Germano apuntó que "el tema de los desaparecidos es muy
traumático. Yo propongo una fórmula no explicativa para que las
personas lo entiendan a través de la empatía. Son fotografías que
tienen en el medio el tiempo y el vacío y el que tiene que cerrar el
circuito es el espectador".
Lucila Quieto, por su parte, es una joven artista que ha vivido
en carne propia el horror que significó el régimen militar en su
país. "La idea de la exposición me llevó 25 años porque yo no tenía
fotos con mi padre, que había sido desaparecido antes de que yo
naciera. Entonces siempre buscaba en mi álbum familiar una foto
nueva para conocer su historia, su vida", señala.
Su exposición, Arqueología de la ausencia, integrada por
11 historias y 35 fotos, es un extraordinario trabajo documental con
obras elaboradas a partir de montajes de proyecciones de imágenes de
su padre y de otros hijos de víctimas de la dictadura. "El propósito
era contar mi historia personal pero luego muchos hijos de
desaparecidos quisieron sacarse su foto y de esa manera se
constituyó un relato de una generación de muchas personas que
lucharon por un proyecto político y que fueron asesinadas y
perseguidas. También se trata de seguir generando imágenes que nos
permiten reconstruir parte de nuestra historia", agregó.
La exposición Pablo en Buitrago (La Habana-Nueva York) es
fruto del intercambio y la colaboración entre tres conocidos
artistas de la fotografía: el español Alfredo Moreno, la
estadounidense Yolanda del Amo y el cubano Enrique Smith. Está
armada por 30 obras desarrolladas mediante la técnica de la
refotografía que documentan la presencia de Pablo de la Torriente
Brau en el pueblo español de Buitrago y las ciudades de La Habana y
Nueva York.
Para el poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro
Pablo, estas exposiciones evidencian también el "compromiso de los
artistas con esta manera de acercarse a la memoria, a veces dolorosa
como es el caso de los argentinos, con un grado de autenticidad y
pertenencia muy grande".