MADRID.— Con cerradas ovaciones el público que abarrotó este último fin de semana el Palacio de los Festivales de Santander y el Auditorio de Logroño, expresó su admiración por la entrega del ballet nacional de Cuba, que llevó a escena La Cenicienta.

Indicador del paseo madrileño que lleva el nombre de la gran artista cubana.

Para el diario La Rioja este fervor por las actuaciones de la compañía procedente de la Isla caribeña se debe al "rigor artístico de los bailarines solistas y la amplitud y diversidad de su cuerpo de baile". Al consultar a los asistentes de la función de Logroño, la publicación reflejó esta opinión: "Los artistas cubanos y su máxima guía, Alicia Alonso, nos honran con su arte; nos sentimos felices de que ellos cuenten con nosotros en sus giras".

La pasada semana, en un acto que mucho dice del respeto y la admiración que genera Alicia en esta parte del mundo, una calle madrileña, exactamente en la comunidad de Rivas Vaciamadrid, fue bautizada con su nombre.

"Es para mí un alto honor esto que hoy me han ofrecido, que es también un premio a mi pueblo y a su escuela de ballet, confesó emocionada la prima ballerina assoluta en el acto de inauguración del Paseo Alicia Alonso, en ese lugar de la periferia de la capital española.

El alcalde del ayuntamiento de Rivas, José Masa, agradeció la presencia de la homenajeada, figura cimera del ballet clásico en Iberoamérica y uno de los grandes mitos en la historia de la danza mundial.