El hallazgo en el noroeste de Villa Clara, de fragmentos de burén
decorado, pieza de cerámica empleada por aborígenes para la cocción
de viandas, resulta de una búsqueda tras las huellas del poblado de
Carahate.
El doctor en Ciencias Históricas Raúl Villavicencio, arqueólogo
del Centro de Estudios y Servicios Ambientales, de la provincia,
dijo a la AIN que el acontecimiento es casi una rareza en el
territorio villaclareño y ratifica la posible presencia de
originarios agroalfareros en esa zona.
Agregó que durante los últimos 20 años solo se tenían vestigios
de cazadores- recolectores y pescadores en Villa Clara, mientras que
la confección de adornos refleja un pensamiento abstracto en esos
colectivos.
Explicó que las piezas tienen unos cuatro centímetros de grosor
con fragmentos decorados, poco común en Cuba, posiblemente
utilizados en la elaboración de alimentos para ocasiones especiales,
muestra de un probable simbolismo espiritual que manifiesta mayor
nivel de desarrollo.
Según Villavicencio el grupo arqueológico que dirige desarrolla
un proyecto orientado a dar respuestas a una polémica
historiográfica sobre la ubicación de un poblado aborigen llamado
Carahate, hasta ahora mítico, descrito por Fray Bartolomé de las
Casas en 1514.
Significó que se realizan expediciones en la zona noroeste, cerca
de la costa, donde están localizados 13 puntos con posible evidencia
sobre importantes asentamientos en tierra firme, búsqueda que
continuará después en el litoral y la cayería.
En EcuRed, Enciclopedia Colaborativa Cubana, se explica un burén
como"... torta de cerámica utilizada por los aborígenes
agroalfareros para asar el pan de casabe hecho de la yuca y que,
para los arqueólogos, es indicativo indirecto de la agricultura de
este tubérculo, bien desarrollada."