El ordenamiento del barrio, la provincia y el país es vital,
afirmó el arquitecto Miguel Antonio Padrón Lotti, secretario
ejecutivo y científico de la XIV Convención Internacional de
Ordenamiento Territorial y Urbanismo, que concluyó recientemente en
La Habana.
Cuando hablamos de cultura en el ordenamiento territorial nos
referimos al cuidado del paisaje, del entorno público, indicó el
experto. Todos somos responsables de seguir disciplinadamente las
normas urbanísticas y constructivas. Actualmente existe un debate
nacional sobre el tema del urbanismo y ahí se inserta el concepto de
ciudades sostenibles. En ello cumple un papel fundamental la
dimensión ambiental, la económica, la cultural, que caracterizan las
acciones que se desarrollan en Cuba, donde el 76 % de su territorio
es urbanizado; también se habla de la especial atención que debe
llevar el medio rural por su vinculación con la seguridad
alimentaria", argumentó Padrón Lotti.
"Se trata de erigir ciudades que mejoren la calidad de vida del
hombre, que lejos de contaminar produzcan efectos beneficiosos;
ciudades que no ‘se coman’ el territorio periférico, el cual debe
ser destinado a la agricultura".
Asimismo—indicó— Cuba es un país que como consecuencia y
expresión misma de sus conquistas sociales tiende a envejecer, por
ello hay que pensar el barrio de otra manera, ya no solamente en los
parquecitos para niños, sino también en espacios públicos para
ancianos.
Una ciudad que crece hacia afuera encarece las infraestructuras,
hay que mover a las personas a mayores distancias para que lleguen a
sus puestos de trabajo, se gasta más energía con un bombeo mayor de
agua, por solo citar algunos ejemplos. También hay que evaluar cómo
son distribuidas las funciones en el territorio entre diferentes
ciudades, ahondó el experto.
Puntualizó que uno de los retos que tiene hoy el país es en
primer lugar agotar las potencialidades existentes en las ciudades.
"El quid es crecer hacia adentro todo lo que podamos, lo cual no
significa hacinarnos; se puede compactar la ciudad defendiendo los
espacios públicos y el área verde, es solo un problema de
organización.
"El tema de la vivienda tiene, por tanto, ese primer camino para
que sea conducido bien hacia las zonas donde haya una capacidad de
infraestructura, donde exista una posibilidad de cambio de uso
favorable".
Padrón Lotti aclaró que un impulso hacia la construcción de
viviendas por esfuerzo propio, implica en algunos casos urbanizar
nuevas áreas, y contar con la debida aprobación de Planificación
Física y demás instancias. No se puede poner un edificio donde no
existan las condiciones de redes hidráulicas, electricidad y
evacuación de desechos.
Para ello hay que tener cultura urbanística —enfatizó el
especialista— y apelar a las múltiples especialidades que deben
ayudar a que este sea un proceso conducido por los caminos del
orden.