El hecho de que más menores latinos y negros sean juzgados hoy
como mayores por el sistema judicial estadounidense muestra la
discriminación contra esas minorías en Estados Unidos.
Datos de la Oficina de Justicia Juvenil y Prevención de la
Delincuencia del Departamento de Justicia, señalan que de 2008 a
2010 el 59,8 por ciento de los sancionados como si fueran adultos
fueron adolescentes latinos, en especial en Los Ángeles, California,
reporta Prensa Latina.
Al abordar esta situación, un comentario del diario La Opinión,
de la urbe californiana, indica que el Departamento de Prisiones
tiene cifras que ilustran la gravedad del problema. De los 214
condenados como adultos en 2010, al menos 128 eran latinos.
California, donde los latinos representan el 38 por ciento de la
población, tiene estadísticas superiores al resto del país en cuanto
a condenas a ese sector.
Por ejemplo, en 2009, de 324 jóvenes condenados allí como
adultos, el 64,5 por ciento eran hispanos, cifra que reitera lo
ocurrido en años precedentes.
Estadísticas del Departamento de Prisiones muestran que en las
prisiones estatales juveniles de California hay mil 118 menores, de
los cuales el 56,6 por ciento son latinos.
Rhina Ramos, del Centro de Derechos Humanos Ella Bake considera
que entre las razones de esta situación están que los hispanos
tienen menos recursos para contratar un abogado y aunque el estado
les provee uno de oficio, estos tienen cada uno hasta 50 casos, así
que la representación que les ofrecen es muy pobre, subrayó.
La activista tildó de racista y discriminatorio el sistema
imperante. "Ya no tenemos leyes segregacionistas pero ahora estamos
metiendo a la gente de color a las cárceles", indicó.
Destacó la incidencia de otros factores en este problema como la
falta de recursos en las comunidades donde viven los jóvenes, la
pobreza, la falta de tiempo de los padres de los jóvenes hispanos
que tienen dos o tres trabajos y un sistema de educación con
profesores mal pagados y mal entrenados.
Activistas locales destacan el hecho de que 290 jóvenes
enfrentaban en California cadena perpetua por crímenes que
cometieron cuando eran menores de edad.