El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, desmintió este
lunes lo que llamó rumores infundados sobre su posible dimisión,
tras declaraciones de inevitable renuncia al cargo, propaladas por
uno de sus colaboradores más cercanos.
El periodista Giuliano Ferrara, director del diario Il Foglio,
quien se considera uno de los asesores allegados al círculo del
mandatario, declaró a la prensa nacional que Berlusconi preparaba su
salida del Ejecutivo, reporta Prensa Latina.
Es cuestión de horas que renuncie, dijo concluyente Ferrara,
citado por el diario Corriere della Sera.
Sin embargo, el jefe del grupo parlamentario del gobernante
partido Pueblo de la Libertad (PDL), Fabrizio Cicchitto, rebatió las
declaraciones de Ferrara y confirmó que Il Cavaliere -como se le
conoce también al magnate de los medios- no tiene intención ninguna
de ceder, pese a la preocupante deserción de aliados políticos o la
rebelión en el PDL, de Berlusconi.
Más tarde, fue el propio Berlusconi quien denunció la falsedad de
las insinuaciones de Ferrara, aunque su situación política empeora
cada vez más, reseñan diversos medios informativos.
Los rumores de mi renuncia carecen de fundamento y no entiendo
cómo han circulado, alegó el jefe del Ejecutivo italiano a la
prensa.
El primer ministro se había jactado de tener mayoría
parlamentaria durante la recién concluida cumbre del G-20 en Cannes,
pero al regreso encontró un panorama bien distinto en Roma.
Berlusconi halló la pérdida del respaldo mayoritario en el
parlamento y deberá enfrentar este martes un voto de confianza para
determinar si continúa al frente de la nación europea, focalizada
ahora por la Unión Europea (UE) en relación con el aumento de la
deuda soberana.
Con tal moción, la Cámara de Diputados someterá además a prueba
las nuevas medidas de ajuste económico adoptadas por Italia, bajo
presión de la UE, en aras de recuperar la credibilidad de los
mercados y asegurar un eventual rescate financiero como el de
Grecia.
Ante evidentes visos de crisis interna, el ministro del Interior,
Roberto Maroni, recordó la vulnerabilidad política de Il Cavaliere
al indicar que ya no tiene quórum suficiente en el Parlamento, por
lo que pidió la celebración de elecciones anticipadas, si
finalmente, como se espera, cae el Gobierno de Berlusconi.
Bajo la acuciante crisis que azota a la UE, Italia aceptó como
billete de salvación la supervisión trimestral de su economía por el
Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea, que significa
la misma depedencia a la cual se somete Atenas, a cambio de la
ayuda.
Tal decisión se acató como garantía ante los socios europeos
frente a la incertidumbre por el descalabro fiscal griego, de que
Italia aplicaría los ajustes y reformas pactadas para reducir la
deuda, lo que representará aún más restricciones para una población
hastiada de la administración conservadora.
Según diversas fuentes, Berlusconi cuenta con 314 votos, dos por
debajo de la mayoría absoluta de 316 parlamentarios que necesita
para sortear otra moción de censura.