Jonathan Steele escribió que la guerra de Iraq había acabado y
que Estados Unidos había aprendido "que poner botas occidentales en
el territorio de un país extranjero, particularmente en un país
musulmán, es una locura". Sin embargo, esta locura puede continuar
de forma distinta ya que hay una inmensa distancia entre la retórica
y la realidad que rodea la retirada estadounidense de Iraq. De
hecho, existen varias vías por medio de las cuales Estados Unidos
podrá ejercer una influencia militar en el país.
Estas vías se pueden dividir en cuatro categorías principales:
1-. Embajada, consulados y contratistas de seguridad privados
La embajada estadounidense (la mayor y la más cara del mundo) se
encuentra en una zona verde de su propiedad en Bagdad, recibe el
suministro de convoyes armados, genera su propia agua y electricidad
y tiene su propia red de alcantarillado. Con 104 acres, la embajada
tiene casi las mismas dimensiones que Ciudad del Vaticano. Aquí es
donde Estados Unidos está transformando su enfoque militar en una
diplomacia vigorosa.
Cifras del Departamento de Estado muestran que unas 17 000
personas estarán bajo la jurisdicción del embajador estadounidense.
Además, hay también consulados en Basora, Mosul y Kirkuk, en cada
uno de los cuales hay destinadas más de 1 000 personas. Y, lo que es
fundamental, todo este personal estadounidense, incluyendo los
contratistas militares y de seguridad, tendrán inmunidad
diplomática. Esencialmente, la administración Obama está cosechando
el capital político de retirar las tropas estadounidenses de Iraq al
tiempo que se protege del impacto de la retirada con un aumento de
los contratistas de seguridad privados que, a diferencia de
cualquier otra parte del planeta, trabajan para una misión
diplomática.
Esta "oleada" de contratistas incluso ha planteado la posibilidad
de que vuelva al país la controvertida empresa Blackwater, ahora
conocida como Xe. La empresa fue responsable de la muerte de 17
iraquíes en el 2007 en la tristemente famosa masacre de la plaza
Nisour, aunque el presidente y director ejecutivo (de la empresa)
Ted Wright declaró al Wall Street Journal recientemente que le
gustaría volver a hacer negocios en Iraq.
En el 2008 se habló mucho del hecho de que como parte del Acuerdo
del Estatuto de las Fuerzas (Status of Forces Agreement, Sofa) entre
Estados Unidos e Iraq los contratistas perderían su inmunidad. Sin
embargo, como señalaba un informe del Congreso estadounidense: "El
término definido en el acuerdo, Contratistas estadounidenses y sus
empleados, se aplica solo a contratistas que operan bajo un
contrato/subcontrato con o para las fuerzas estadounidenses. Por
consiguiente, los contratistas estadounidenses que operan en Iraq
bajo un contrato con otros departamentos o agencias estadounidenses
no están sujetos a los términos del Sofa".
El congresista Jason Chaffetz puso en duda la sustitución de
fuerzas militares por contratistas y preguntó: "¿Estamos simplemente
jugando un poco al juego del trile aquí?". Hay una cierta ironía en
el hecho de que la decisión del gobierno iraquí de negar la
inmunidad a los soldados estadounidenses tenga como resultado que
aumente el número de los muy odiados y no responsables de sus actos
contratistas de seguridad.
2- Adiestradores militares incluidos como parte de los contratos
de armamento
Se calcula que hay unos 400 contratos de armamento entre Bagdad y
Washington, por un valor de 10 000 millones de dólares, además de
otros 110 contratos adicionales por valor de 900 millones de dólares
que, según se ha informado, están pendientes. Como parte del
contrato, muchos de ellos exigen adiestradores estadounidenses que
trabajarían a través de la Agencia de Cooperación de Seguridad de la
embajada. Bloomberg news informaba que esta "recién establecida
agencia tendrá un personal central de 160 civiles y militares no
uniformados junto con 750 contratistas civiles que supervisarán los
programas de asistencia del Pentágono, incluyendo el adiestramiento
militar. Serán protegidos, alimentados y custodiados por un personal
adicional contratado de 3 500 personas" que trabajarán en diez
oficinas por todo el país.
En septiembre Iraq hizo el primer pago de un contrato por valor
de 1 900 millones de libras esterlinas para comprar 18 aviones F-16.
El acuerdo significa que a pesar de la afirmación de que Iraq había
asumido la responsabilidad completa de su espacio aéreo en octubre,
la soberanía aérea efectiva estará en manos de los estadounidenses
durante los próximos años, ya que ellos ayudan a patrullar los
cielos del país, controlan su espacio aéreo y adiestran a sus
fuerzas aéreas. Un alto cargo político iraquí me explicó la semana
pasada: "Somos absolutamente incapaces de defender nuestras
fronteras. Ni siquiera tenemos un avión de combate para defender
nuestro espacio aéreo".
3-.Estados Unidos se mueve bajo el paraguas de la OTAN
La OTAN tiene una misión de adiestramiento en Iraq que
permanecerá hasta el 2013. La Alianza está proporcionando su pericia
en logística y vigilancia, y juristas iraquíes están discutiendo
actualmente la extensión de la misión de la OTAN que podría ver a
adiestradores militares estadounidenses moverse bajo la jurisdicción
de un acuerdo que se hizo en el 2004.
4-.Drones y asesinatos selectivos
Con el control de facto por parte de Estados Unidos del espacio
aéreo iraquí, es probable que Obama recurra cada vez más al uso de
drones y de asesinatos selectivos como un medio de atacar a
objetivos de Al-Qaeda. Como Estados Unidos sigue en guerra con Al-Qaeda,
puede encontrar una justificación en la legítima defensa y en el
artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas.
Con la constante preocupación por un conflicto potencial con
Irán, quizá no sea sorprendente que Estados Unidos no desee
renunciar a la capacidad de influenciar en los hechos sobre el
terreno en Iraq. El sábado Hillary Clinton declaró a los
periodistas: "Nadie, muy particularmente Irán, debería calcular mal
nuestro constante compromiso con los avances de los iraquíes".
En su discurso del viernes, Obama dijo que Estados Unidos buscó
"una relación normal entre naciones soberanas, una asociación igual
basada en los intereses mutuos y en el respeto mutuo". Sea cual sea
la forma que adopten las relaciones entre Estados Unidos e Iraq a
largo plazo, a corto plazo no cabe la menor duda de que Estados
Unidos permanece en Iraq. (Tomado de The Guardian)