A pesar de no poder escalar el podio, "Skippy", como se le conoce
al matancero de 32 años, se mantuvo en la elite de su división,
condición que atesora desde hace más de una década. Esta vez emergió
quinto entre 32 forzudos al totalizar 272 (118-154), detrás del
chino y monarca defensor de tan solo 22 años, Jingbiao Wu, 292
(133-159), el también exponente del gigante asiático Chaojun Zhao,
284 (128-156), el mencionado Hristov 276 (122-154) y el vietnamita
Le Quoc Toan Tran, 275 (125-150). Como dato curioso acotar que,
salvo el monarca Wu, quien culminó con biatlón calcado de su corona
precedente en Antalya’10, el resto de los medallistas estuvo por
debajo de los totales premiados entonces, incluidos el tunecino
Khalil El Maoui —quinto en la lid turca y bronce del arranque ahora
con 127 kg—, y el también antillano Carlos Hernández (sexto)
descalificados ambos, en el caso de nuestro segundo exponente
producto de una lesión tras fallar su primer movimiento de envión
sobre 142 kg.
En los 48 kg para damas, China también brilló, gracias a los 207
kilogramos de Yuan Tian (90-117), sumamente inalcanzables para la
tailandesa Panida Khamsri 187 (80-107) y la turca Nurdan Karagoz 183
(80-103). Tian, bronce en el certamen anterior, mejoró en tres
kilogramos su total y con ello mereció el título.
La hegemonía asiática se hizo sentir, además, en los 62 kg
varoniles, donde Jie Zhang superó en seis kilogramos sus alzadas
para trocar la plata de Antalya en oro parisino con 321 (145-176),
desplazando a Guk Un Kim, 320 (150-170) de la República Popular
Democrática de Corea y al indonesio Yuli Irawan, 310 (139-171).
Solo la kazaja Sulfiya Chinshanlo (53) escapó del dominio
asiático y se impuso con 227 (97-130), por encima de Aylin Dasdelen
219 (93-126) de Turquía y otra china, Jing Ji 214 (93-121).
Hoy continúa la lid con los 58 kg femeninos y los 69 para
hombres, división esta última donde el pinareño Bredni Roque buscará
una actuación similar a la de Antalya, donde un kilogramo lo separó
del bronce en el envión con 180.