Los veteranos de guerra estadounidenses de origen latino afrontan
serias dificultades para conseguir un puesto de trabajo, tras su
regreso al país, corroboran hoy estadísticas del departamento de
Trabajo.
En 2008 el desempleo en ese segmento poblacional alcanzó un
índice de 5,1 por ciento, equivalente a 41 mil personas, en tanto en
2010 el número de parados llegó a 76 mil (9,2 por ciento), acorde
con autoridades del sector.
La problemática no sólo afecta a los exmilitares hispanos, pues
de 2008 a 2010 unos 447 mil veteranos quedaron fuera del mercado
laboral, constatan las estadísticas.
Según Eric Rojo, coronel retirado y presidente de Veteranos de
Guerra Hispanos por América, los desmovilizados y veteranos llegan
al mercado laboral a luchar por empleos inexistentes.
Durante una reciente gira por California, el presidente, Barack
Obama, abordó el asunto.
Les pedimos que lucharan, se sacrificaran y arriesgaran la vida
por su país. Lo último que tendrían que hacer es pelear por un
puesto de trabajo cuando regresan. No aquí. No en los Estados Unidos
de América, expresó Obama.
A escasos días de una celebración nacional para honrar a los
veteranos de guerra, la realidad contradice las afirmaciones del
mandatario.
La situación general muestra que los exmilitares sin empleo
superaron el millón de personas, con un índice total de 8,7 por
ciento.
El informe del departamento de Trabajo indica además que de 2007
a 2010 la tasa de desempleo entre veteranos afroestadounidenses
subió un siete por ciento, muy superior respecto a anglosajones y
latinos (5,0 por ciento).
Esas personas representan el 7,7 por ciento de la fuerza laboral
activa de Estados Unidos, equivalente a 11 millones 800 mil
individuos.
Un reciente informe del gobierno sobre empleo indicó la caída de
una décima en el índice de parados hasta nueve por ciento, luego de
mantenerse durante cuatro meses en 9,1 por ciento.
Los legisladores republicanos en el Congreso estadounidense
bloquean desde hace varias semanas una propuesta de la Casa Blanca,
calculada en 447 mil millones de dólares para enfrentar la crisis
del mercado laboral.
Ante esta situación, Obama trata de sacar adelante partes de su
plan, aunque la oposición mantiene la misma postura y se opone a
aumentar los gastos y subir impuestos a los más ricos del país,
apuntó Prensa Latina.
Según Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía, en tiempos de
crisis, cuando los precios de los inmuebles siguen en descenso, el
crecimiento del Producto Interno Bruto se tambalea y el desempleo se
empecina en mantenerse elevado, hace falta más estímulo y no
austeridad, incluso para equilibrar el presupuesto.