De no ser porque la información es distribuida por varias
agencias de noticias más o menos serias, cualquier lector pensaría
que es una broma o una tomadura de pelo... resulta que los
expresidentes (e impresentables) George W. Bush y José María Aznar
asistieron a un "foro" en Dallas (EE.UU.) para trazar entre los dos
la ruta a seguir por sus compinches de la extrema derecha
estadounidense y europea: "que se mantenga la firmeza frente al
régimen cubano... , para avanzar hacia una transición pacífica".
El
foro, organizado por la Fundación George Bush, y otras vinculadas al
Partido Republicano, reunió a varios "think tanks" cercanos a la
mafia cubano-americana de la Florida y contó con el apoyo del
Partido Popular Español (PPE). Pero lo mejor del programa, sin duda,
ha sido sentar en una misma mesa a Bush y a Aznar. ¡Qué desperdicio
de oradores! La foto oficial de ese encuentro confirma aquella sabia
definición del escritor alemán Günter Grass: "Aznar no es más que un
sátrapa a las órdenes de Bush" (febrero/2003).
Pero pasemos por alto el bajo nivel intelectual de los ponentes
(a quien el periodista Marc Ripol dedicó su libro Dos cabalgan
juntos: las pifias de Bush y Aznar), para entrar en las
implicaciones éticas de las declaraciones emitidas por los dos ex...
Cómo se les puede ocurrir a Bush y a Aznar hablar de temas tan
desconocidos e ignorados por ellos: libertad, democracia, estado de
derecho... Será que ambos olvidaron su pasado político y el daño
irreparable que los dos causaron en las sociedades de Estados Unidos
y España. Acaso los indignados con el sistema en Washington, Madrid
y otras cientos de ciudades nacieron después de entregar ellos las
bandas presidenciales.
Claro que esos millones de hombres y mujeres también están
indignados con Bush y Aznar. Recordemos como este último pregonaba
"España va bien", mientras la economía del país se iba por la borda
y asomaba el desempleo que hoy avergüenza y agobia a los españoles.
Quién puede olvidar cómo la antológica frase de Bush "los que no
están con nosotros están contra nosotros" justificó las guerras más
atroces de la historia... Con qué moral pueden hacer sugerencias
sobre el futuro de Cuba. Sin duda, lo único que faltó en el foro de
Dallas es el mismo cartel que aparece una y otra vez entre los
indignados en la madrileña Plaza del Sol: "Las prostitutas
insistimos, esos políticos no son hijos nuestros".