De
una verdadera fiesta de los encuentros calificó al XIV Festival de
Teatro de La Habana, su directora artística Bárbara Rivero. Aun
cuando faltan jornadas para que concluya, ya son muchas las
satisfacciones, afirmó Rivero a la AIN, y enumeró entre ellas la
posibilidad de intercambio entre los creadores escénicos de diversas
latitudes que ha reservado múltiples sorpresas.
Entre ellas citó la de entrar en contacto directo con formas poco
conocidas en Cuba de abordar el hecho teatral, como la de
presentarlo a manera de conferencia impartida por actores, lo cual
le imprime gran fuerza comunicativa y hasta política.
Entre lo más atractivo de la muestra extranjera mencionó las
obras Andre y Dorine, de Kulunka Teatro, de España; y
Juliette, Juliette, del Theatre du Centauro, de Finlandia. Como
uno de los grandes saldos positivos del Festival destacó la ganancia
de mayor público, evidenciado en las salas repletas desde que
comenzó el 28 de octubre, en programaciones con unas 80 agrupaciones
entre nacionales y foráneas.