La cancillería de Egipto confirmó que Israel se disculpó
oficialmente por la muerte de seis soldados durante una incursión
armada en el Sinaí en agosto, gesto que levantó hoy suspicacias
entre analistas y opositores políticos.
El ministro de Relaciones Exteriores, Mohamed Kamel Amr, afirmó
anoche que Egipto recibió una disculpa formal del Ministerio de
Defensa del Estado sionista por la muerte de los uniformados en la
frontera con Gaza, lo cual desató aquí una ola de masivas protestas
contra Tel Aviv.
Cinco soldados y guardias fronterizos de Egipto fueron abatidos
el 18 de agosto un sexto murió semanas después- cuando militares
israelíes tomaron represalia por la muerte de ocho efectivos suyos a
manos de una milicia islamista palestina que se infiltró por el
Sinaí.
Amr agregó que en la carta recibida de Tel Aviv se expresaron
disculpas y hondo pesar por las muertes, además de que se enviaron
condolencias a las familias de las víctimas.
El canciller egipcio explicó que el gesto israelí siguió a la
demanda hecha por un comité ministerial de El Cairo formado para dar
seguimiento al incidente y sus secuelas, una de las cuales fue el
asalto a la embajada de Tel Aviv en esta capital, el 10 de
septiembre.
Israel se había negado previamente a ofrecer perdón por la muerte
de los uniformados egipcios y justificó su acción alegando que los
atacantes de sus soldados se infiltraron desde la Franja de Gaza,
que controla el movimiento islamista Hamas, vía el desierto del
Sinaí.
Círculos políticos y activistas que encabezaron las protestas
para derrocar a Hosni Mubarak, a quien reprobaron su estrecha
colaboración con Israel, no descartaron que Tel Aviv ofrezca incluso
compensación financiera a familiares de los fallecidos.
Sin embargo, atribuyen el gesto a una forma de agradecer la
mediación de El Cairo en el reciente acuerdo alcanzado con Hamas
para el canje de mil 27 prisioneros palestinos por el soldado
israelí Gilad Shalit, capturado en 2006 en una operación de milicias
islamistas.
Asimismo, valoraron la disculpa como un mensaje dirigido al
pueblo de Egipto de que Israel no es un enemigo y le interesa
mantener las relaciones consolidadas durante años con El-Sadat y
Mubarak, para que cesen las demandas de revisar el tratado de paz de
Camp David (1979).
El polémico pacto firmado por el presidente Anwar El-Sadat y
primer ministro israelí Menachem Begin creó una zona desmilitarizada
en el Sinaí, pero Israel permitió un número pequeño de guardias
fronterizos egipcios con armas ligeras, aunque ahora flexibilizó su
postura, señaló Prensa Latina.
Los israelíes también se muestran nerviosos ante el futuro
político de Egipto y el poder que la influyente Hermandad Musulmana
pueda ganar en las elecciones parlamentarias de noviembre, agregaron
observadores.