El Gobierno estadounidense ordenó crear un grupo 
			especial encargado de prevenir el robo de información clasificada, 
			luego del escándalo por las filtraciones en el sitio digital 
			Wikileaks, informó Prensa Latina.
			El grupo, que dirigirán el fiscal general y el 
			director de inteligencia, vigilará posibles transgresiones de las 
			autoridades del gobierno, funcionarios, diplomáticos o soldados que 
			manejan datos confidenciales.
			Además, establecerá políticas de obligatorio 
			cumplimiento para todas las instituciones gubernamentales.
			Según expresó la Casa Blanca la orden presidencial 
			también exigirá a las agencias de información que seleccionen 
			personal capaz de detectar y prevenir posibles fugas.
			Ambas decisiones son parte de la puesta en práctica 
			del reforzamiento de las restricciones de Washington respecto al uso 
			de documentos clasificados, luego de la ola de cables diplomáticos 
			divulgados por Wilkileaks.
			Esa página electrónica obtuvo en 2010 miles de 
			cables diplomáticos del Departamento de Estado que desnudaron al 
			gobierno de Estados Unidos en cuanto a las actividades y el papel de 
			muchos de sus funcionarios en otros países.