Intereses políticos y empresariales se esconden
detrás de una marcha indígena en protesta por una vía
interdepartamental que hoy avanza hacia la ciudad de La Paz, sede
del gobierno boliviano, tras poco más de 50 días de caminata.
De acuerdo con el vicepresidente del país
suramericano, Álvaro García, la campaña para desacreditar al
Ejecutivo asociada a esta protesta también está relacionada con
planes desestabilizadores desde el exterior.
Para García, la oposición a ese camino entre las
localidades de Villa Tunari (Cochabamba) y San Ignacio de Moxos (Beni)
está dirigida además a impedir la integración nacional y el acceso
de todos los bolivianos a sus derechos a la educación, salud y
comercialización de sus productos.
Subrayó que el Gobierno considera la construcción
para unir el occidente con el oriente como necesaria para el
desarrollo regional y nacional.
Desde el pasado 15 de agosto la marcha de pueblos
indígenas del oriente transita hacia La Paz para exigir la
suspensión de la carretera que debe atravesar el Territorio Indígena
Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y que podría afectar la
biodiversidad.
El Ejecutivo advierte que el Tipnis alberga a 1,2
millones de hectáreas, de las que solamente serían afectadas 300 con
la construcción del tramo II de la vía.
Para el Gobierno, más allá del rechazo por supuestos
daños al medioambiente, detrás de la movilización se esconden
intereses políticos y vínculos con Organizaciones No Gubernamentales
y la embajada de Estados Unidos en La Paz.
El presidente Evo Morales decidió abrir un debate
nacional sobre el tema que concluya en un referendo sobre continuar
o suspender la construcción de la carretera.
Palacio Quemado centra esperanzas de que la protesta
de los originarios de tierras bajas no afecten los comicios al Poder
Judicial, previstos el próximo 16 de octubre, y espera que la marcha
continúe de manera pacífica y sin violencias.
Por su parte, movimientos sociales, campesinos,
sindicales e indígenas se aprestan a una concentración el 12 de
octubre en apoyo al proceso de cambio, iniciado por Morales en 2006,
indicó Prensa Latina.