MADRID, 5 de octubre.— El juez de la Audiencia Nacional española,
Santiago Pedraz, dictaminó hoy que el camarógrafo José Couso murió
en Bagdad, el 8 de abril del 2003, como consecuencia de un plan
orquestado por Estados Unidos para evitar que los medios de
comunicación informaran sobre las acciones que sus militares
pudieran hacer contra la población civil iraquí.
"Una de las misiones de la División, a la que pertenecían los
procesados, era evitar que los medios de comunicación informaran
sobre las operaciones militares en curso", informó Pedraz al
enjuiciar por tercera vez a tres efectivos norteamericanos: el
teniente coronel Philip de Camp, el capitán Philip Wolford y el
sargento Thomas Gibson, informó Europa Press.
El magistrado reiteró que el tanque en el que estaban los tres
militares, y que realizó el disparo contra el Hotel Palestina que
acabó con la vida de Couso, "contaba con dispositivos de visión con
los que se podía apreciar con total claridad a las personas que se
encontraban en las ventanas y balcones y los objetos que portaban".
Estados Unidos sabía de la existencia de prensa en lugares
determinados, y que no había fuerzas militares iraquíes, estableció
Pedraz.