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Olga Salanueva, esposa del antiterrorista cubano René González,
denunció hoy los peligros que correrá la vida de su compañero a
partir de la libertad supervisada que está obligado a cumplir en
Miami.
En entrevista difundida esta tarde por la cadena multinacional
TeleSur, Salanueva reiteró que a René, quien debe salir en libertad
el próximo 7 de octubre, no se le permitió viajar a su país de
origen, donde tiene sus familia y su vida.
"No sólo corre peligro en Miami", aseguró Olga, correría también
peligro en cualquier estado de Estados Unidos, porque allí todo el
que se declare como luchador contra el terrorismo está en alto
riesgo.
Explicó que tanto su esposo como los otros cuatro cubanos
prisioneros de manera injusta desde hace 13 años, no se
arrepintieron desde su encarcelación del camino escogido para tratar
de defender y proteger a su pueblo de ataques terroristas.
Por eso, se le añadió el castigo de obligarlo a permanecer en un
lugar donde se mueven libremente y actúan terroristas confesos.
Durante los años de prisión, ni René ni Olga pudieron verse, pues
en todas las ocasiones que lo solicitó a ella se le denegó la visa
para ingresar en el territorio estadounidense.
Todo se agrava más, añade la entrevistada, porque él no tiene un
hogar en aquel país, y tampoco dispondrá de seguridad para su
protección física, en medio de un ambiente provocador y hostil.
Solo habrá un oficial encargado por la justicia estadounidense de
velar porque René cumpla lo legislado sobre su libertad condicional
de tres años.
Interrogada en torno a los riesgos, recordó el historial de
agresiones terroristas al pueblo cubano que tiene en su haber el
estado norteamericano.
Ese terrorismo de estado contra nuestro pueblo ha costado más de
tres mil vidas inocentes y lesiones y mutilaciones a más de dos mil,
por actos cruentos, concebidos por ese país, todavía impunes.
Citó entre los más connotados el derribo del avión que cumplía
viaje desde Barbados, el 6 de octubre de 1976, en el que murieron 73
personas, la mayoría jóvenes deportistas de la isla antillana.
También, más recientemente la cadena de atentados perpetrados
contra instalaciones turísticas de la capital cubana, como el que
causó la muerte al joven italiano Fabio di Celmo.
Podríamos hablar todos los días de los atentados y son muchas las
familias que perdieron a sus hijos, hermanos y padres en crímenes de
esa naturaleza, puntualizó.
Olga, quien está a la espera de la visa o de un permiso especial
para poder reunirse con su esposo, plantea que ahora más que nunca
no deben cejar en la lucha por la liberación de sus otros compañeros
presos.
En lo personal, su familia pretende paliar la situación de
castigo impuesta a su esposo, aunque es muy difícil, pues sus dos
hijas también han hecho su vida en Cuba y sólo podrán visitarlo
ocasionalmente.
No se han doblegado, concluyó refiriéndose a los cinco cubanos
prisioneros, y seguiremos con más fuerza en la batalla.