La policía de Irlanda del Norte desactivó una bomba en una
concurrida zona comercial de Belfast, sin que ninguna organización
se atribuyera la autoría del presunto acto violento en el contexto
del proceso de paz.
El artefacto explosivo descubierto por agentes en el céntrico
perímetro capitalino pudo ser letal o causar lesiones graves a una
cantidad de personas, declaró el inspector del cuerpo policial en
Belfast, Eugene King, al periódico Independent irlandés.
Peritos y oficiales acordonaron en la noche del viernes el barrio
de Bradbury, luego de evacuar a pobladores y empleados de los
comercios y restaurantes, antes de proceder a la desactivación de la
bomba y estudiar el sitio.
Organismos de seguridad sospechan que grupos disidentes del
Ejército Republicano Irlandés (del ala autodenominada auténtica),
inconformes con el proceso de paz, podrían ser responsables del
potencial ataque, al asociarlos con una cadena de atentados que
marcaron las extensas páginas de violencia en Irlanda del Norte,
apuntó Prensa Latina.
Los principales partidos condenaron este sábado la actuación de
los presuntos grupos y el hecho de que la violencia siga presente en
la mente de algunos para revivir un prolongado conflicto armado de
más de tres décadas y miles de víctimas, como saldo.
El acuerdo del Viernes Santo en 1997 inició una era de
pacificación en la sociedad norirlandesa para acabar con la
histórica confrontación entre católicos y protestantes, unionistas y
republicanos nacionalistas, en una frágil tregua que persiste hoy
con episodios violentos intermitentes.