El autodenominado Consejo Nacional de Transición (CNT) negó este
sábado versiones sobre la supuesta captura del portavoz de Muamar El
Gadafi, Moussa Ibrahim, mientras sus tropas continuaron el asedio a
Sirte apoyadas por la OTAN.
Un comunicado del CNT indicó que durante la ofensiva en Sirte,
ciudad natal de El Gadafi, fueron arrestados algunos familiares de
Ibrahim que trataban de salir de la urbe asediada hace más de dos
semanas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El canal árabe Al-Arabiya reprodujo el pronunciamiento de los
insurgentes descalificando a un medio televisivo local que el
viernes informó de la detención del vocero cuando supuestamente
intentaba abandonar la localidad del Mediterráneo disfrazado de
mujer.
Ibrahim ha mantenido su labor de portavoz de El Gadafi desde la
clandestinidad, una situación similar a la de su líder desde que
abandonó Trípoli a finales de agosto poco antes de que cayera en
manos de los alzados ayudados por la OTAN.
En sus más recientes declaraciones, el funcionario reiteró la
determinación de El Gadafi a mantener la resistencia contra los que
tilda de traidores, en alusión a los opositores armados, y la
agresión extranjera, refiriéndose a los bombardeos de la alianza.
Mustafa al-Rubai, un jefe insurgente, aseguró que sus hombres
tienen completamente cercada Sirte y sostienen intensos combates en
las calles de la ciudad, donde ya controlaron el primer distrito
residencial en el este y un hotel desde donde disparaban
francotiradores.
Sin embargo, otros medios reportaron que la resistencia de los
pro-Gadafi impide a los alzados avanzar hacia el interior de la urbe
y se concentraron en zonas situadas a cinco kilómetros del centro,
pese a que ya se apoderaron del puerto y el aeropuerto.
A la par de las acciones militares en Sirte y Bani Walid,
localidad situada en el desierto al sureste de Trípoli, los
insurgentes también golpearon, torturaron y agredieron con descargas
eléctricas a civiles para intentar obtener información sobre el
paradero de El Gadafi, señaló Prensa Latina.
Entretanto, trabajadores del Comité Internacional de la Cruz Roja
se quejaron de que los puestos de control erigidos por los
sublevados libios en torno a Sirte impiden el acceso de personal
sanitario y de camiones con suministros médicos para asistir a
civiles y heridos.