Actualizado 3:45 p.m. hora local

Opositores alertan Saleh se beneficie de muerte
islamista Al-Awlaki

Sectores políticos opositores a Alí Abdulah Saleh prosiguieron las protestas para exigir la renuncia del presidente yemenita y alertaron que pueda usar la muerte del islamista radical Anwar Al-Awlaki para afianzarse en el poder, reportó Prensa Latina.

Las demostraciones de descontento con el mandatario se mantuvieron este sábado, luego de una jornada particularmente tensa el viernes con movilizaciones en distintas áreas de Sanaa y del interior del país que registraron enfrentamientos entre sus seguidores y adversarios.

Miembros del movimiento revolucionario que mantiene un campamento en la llamada Plaza del Cambio acusaron al jefe de Estado de mentir y maniobrar para demorar la transferencia pacífica del poder concebida en una iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico.

Saleh se reunió el jueves con el jefe de la Sociedad de Eruditos (clérigos) de Yemen, Mohammed Al-Hajji, a quien comentó que la oposición tenía derecho a acceder al poder, pero sólo por vía constitucional, aunque evitó condicionar abiertamente el plan del CCG.

Al respecto, calificó de delitos e ilegalidad acciones como atacar campamentos del Ejército, matar soldados, bloquear carreteras, cortar la electricidad, explotar oleoductos, negarle el acceso a petróleo y gas a la ciudadanía e impedir a estudiantes acudir a las escuelas.

La iniciativa establece que Saleh ceda el cargo a su vicepresidente, quien formaría gobierno con la oposición dentro de dos meses y llamaría a elecciones generales, pero el presidente descartó que sus adversarios lo sucedan en el puesto, pese a que gozaría de inmunidad judicial.

Opositores, entretanto, recibieron con escepticismo la noticia de que aviones no tripulados de Estados Unidos mataron el viernes en la provincia sureña de Maarib al perseguido clérigo radical Al-Awlaki, una figura prácticamente desconocida para el yemenita común.

Para activistas de la coalición Encuentro Común, la mayoría de los yemenitas siquiera conocen a Al-Awlaki, por lo que su ejecución junto a otros discípulos suyos incluido un joven estadounidense identificado como Samir Khan- sirve de pretexto para que Saleh se aferre al cargo.

Adversarios del gobernante lo responsabilizaron de haber permitido deliberadamente las operaciones de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) en Yemen para usar el flagelo del terrorismo como elemento que le proporcione respaldo de Washington y el resto de Occidente.

La Casa Blanca duplicó en el último año su ayuda militar a Yemen con 150 millones de dólares, y describió al presidente como aliado en la lucha contra AQPA, mientras éste ha advertido varias veces a Estados Unidos de que su dimisión puede implicar un rebrote del terrorismo.

De hecho, opositores y analistas se cuestionaron el momento de la aludida muerte de Al-Awlaki y el efecto que tiene para el Ejecutivo de Saleh que afirmaron- ha permitido a los afiliados de AQPA fortalecerse y atacar a fin de cosechar beneficios financieros y políticos.

 

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